Los españoles enfermos de diabetes pueden adquirir desde hace unos días en sus farmacias una nueva insulina que logra reducir en cerca de un 30 % el riesgo de hipoglucemias, el mayor problema al que se enfrentan los pacientes a diario y que sufren con más frecuencia los de tipo 1 y algunos con tipo 2.

La diabetes tipo 1 es conocida como insulinodependiente, ya que el páncreas no produce insulina. La diabetes tipo 2 se caracteriza por una disminución de la producción de insulina o por una inadecuada utilización de esta y suele diagnosticarse en personas mayores de 40 años.

La nueva insulina, que se comercializa en España desde diciembre por la farmacéutica danesa Novo Nordisk y se vende en las farmacias desde enero, ha sido presentada hoy por el director médico de la compañía, Francisco Pajuelo; Francisco Merino, jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario La Fe de Valencia, y Manuel Muñoz, endocrino del San Cecilio de Granada.

Tresiba es un medicamento que contiene el principio activo insulina degludec y, según los ensayos, presta tasas significativamente menores de hipoglucemia, tanto diurnas como nocturas -más si cabe en las últimas-, frente a la insulina glargina.

Es una nueva insulina, algo que no se ve habitualmente porque la última que se comercializó en España fue hace diez años. Es una insulina basal, es decir de acción lenta y prolongada, y en la actualidad es la que tiene más duración y eso, según Muñoz tiene una serie de ventajas porque se administra una sola vez al día y las pautas de tratamiento son "más flexibles".

No es la única insulina que se administra una vez al día, pero sí es la única, según Merino, que tiene una vida media de 25 horas e incluso "al tercer día de su administración diaria se alcanza un nivel meseta en el que se mantiene la insulina". Es la primera que proporciona una duración de acción más allá de las 42 horas.

Por tanto, según los doctores, contar con esta nueva opción terapéutica proporciona a los diabéticos -más de 5,3 millones en España- "más seguridad, eficacia y flexibilidad y permite reducir con éxito el nivel de glucosa en sangre a largo plazo y el riesgo de hipoglucemias.

Se abre una nueva situación a los enfermos de diabetes, según los expertos, que aseguran que este nuevo medicamento "se adapta a la vida del paciente en lugar de que el paciente tenga que adaptar su vida a la administración de la insulina".

Y se adapta más porque el paciente, según Muñoz, "no tiene que estar absolutamente obsesionado por que se ponga la insulina a la misma hora del día ya que un día puede viajar y no le puede venir bien pincharse a su hora habitual y hacerlo horas más tarde, porque eso no va a suponer que pierda eficacia y se ponga en mayor riesgo".

El único mensaje que quieren transmitir los médicos a los pacientes es que nunca deben juntar dosis en un periodo menor a ocho horas. Eso sí, si la retrasa por determinadas circunstancias no ocurre nada, según Merino.