Un estudio de la Organización de Consumidores (OCU) ha puesto de manifiesto la tendencia de los padres a restar importancia a los casos de sobrepeso infantil y desvela que casi 4 de cada 10 padres usan la comida como forma de recompensar a sus hijos.

Otro de los datos que pone de manifiesto este estudio, es que aunque el 23% de los padres reconoce que su hijo tiene o ha tenido sobrepeso, tan solo un 0,2% de ellos considera que esto supone un problema de salud.

El comportamiento de los padres frente a los alimentos es otro aspecto analizado. Así, además de usar la comida como un premio, el 53 por ciento de los padres presiona a sus hijos ocasionalmente para que coma más y un 35 por ciento les insta a comer más rápido.