Los adolescentes asiáticos lideran el rendimiento escolar en matemáticas, lectura y ciencia, con Shangai a la cabeza, según el informe publicado hoy por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sobre 64 naciones.

Shangai (China), Singapur, Hong Kong (China), Corea del Sur, Vietnam, Finlandia, Japón, Macao (China), Canadá y Polonia tienen los mejores resultados en las tres áreas estudiadas en el informe PISA 2012, en el que se basa el nuevo estudio, con menos o alrededor de un 10 % de alumnos sin el nivel mínimo.

Analizando la media de los 34 países que conforman la OCDE, se concluye que un 28 % de los estudiantes de 15 años termina la educación obligatoria sin el nivel mínimo en al menos una de esas materias: casi 4 millones de alumnos de esas naciones tienen bajo rendimiento en matemáticas y casi 3 millones en ciencia y lectura.

La proporción es aún mayor si se estudian todos los 64 países participantes en el informe PISA 2012, que en términos absolutos suman 13 millones con bajo rendimiento en al menos una de las áreas (11,5 millones no tienen el nivel mínimo en matemáticas, 9 millones en ciencia y 8,5 millones en lectura).

España está justo por encima de la media de la OCDE en alumnos con bajo rendimiento en lectura (18,3 %) y matemáticas (23,6 %) y por debajo en ciencia (15,7 %), mientras que los ocho países latinoamericanos presentes están muy por encima de la media, con los mejores datos para Chile, Costa Rica y México.

El estudio sostiene que los resultados educativos dependen de muchos más factores que simplemente la renta per cápita de un país, por lo que todas las naciones pueden mejorar el rendimiento de sus alumnos si implementan las políticas adecuadas.

Así, países tan diversos económica y socialmente como Brasil, México, Túnez, Turquía, Alemania, Italia, Polonia, Portugal y Rusia lograron reducir el porcentaje de estudiantes con bajo rendimiento entre 2003 y 2012.

Algunas de las recomendaciones de la OCDE para lograr ese objetivo son los programas especiales para niños con bajo rendimiento, para hijos de inmigrantes, para entornos rurales y para los alumnos que proceden de hogares donde no se habla la lengua en la que reciben su educación.

"La inmigración no juega un papel tan fuerte como esperaríamos, porque no es per se el factor de riesgo, sino que lo son los factores asociados a ella", explicó en una conferencia telefónica Andreas Schleicher, director de Educación y Aptitudes de la OCDE.

Los estudiantes tienen más probabilidades de mostrar bajo rendimiento si proceden de una familia de bajos recursos, si son hijos de inmigrantes, si solo tienen un progenitor y si asisten a una escuela rural.

"Cuál de esos elementos pesa más es algo que depende del país, por ejemplo en Estados Unidos el bajo rendimiento guarda mucha relación con proceder de una familia monoparental", consideró el experto.

Otros factores de riesgo son el no haber tenido educación preescolar, el haber repetido algún curso, el mal comportamiento, una mala gestión de la escuela o una ineficaz política educativa por parte del Gobierno.

El bajo rendimiento en matemáticas es ligeramente más frecuente entre las niñas, mientras que en lectura se registra la mayor brecha por sexos, con los niños doblando en bajo rendimiento a sus compañeras.

Los jóvenes de 15 años sin el nivel mínimo están en un riesgo mayor de abandonar los estudios, suelen acabar en trabajos peor pagados y poco gratificantes, participan menos en política y muestran una salud peor.

Además, cuando un alto porcentaje de la población carece de las aptitudes básicas, el crecimiento económico de todo el país puede verse "severamente comprometido".

Las ganancias económicas que se pierden debido a las malas políticas educativas dejan a muchos países en un estado de "permanente recesión" que, advierte la OCDE, puede ser largo y profundo.