Una de cada cinco mujeres sufre dolor en sus relaciones sexuales debido a la disfunción sexual femenina, una patología que es la que "menos se consulta al médico" por "vergüenza o resignación", a pesar de que hoy en día hay diferentes opciones para su tratamiento.

Así lo ha afirmado el doctor Santiago Palacios en la inauguración del XVI Encuentro Nacional de Salud y Medicina de la Mujer, donde ha expuesto los buenos resultados obtenidos con el nuevo láser vaginal.

Este método está indicado para la atrofia genitourinaria, que causa dolor durante el coito, y la hiperlaxitud genital, que aparece después del parto y es como si la vagina se hubiera dado de sí.

También es eficaz en incontinencia urinaria de esfuerzo, que es habitual tras el parto y la menopausia, y se caracteriza por escapes de orina al toser o reirse.

El nuevo láser vaginal permite devolver la firmeza y la elasticidad a los tejidos de manera indolora, inocua y sin efectos secundarios y no necesita hospitalización.

El tratamiento, que suele necesitar de una a tres sesiones de unos 20 minutos, debe repetirse cada año y medio y está indicado para mujeres de entre 40 y 60 años.

La posibilidad de éxito disminuye si la paciente no es obesa y no es fumadora.