Las personas con mal carácter o que presentan una actitud hostil, así como aquellas que se caracterizan por presentar siempre una sensación continua de desconfianza, enojo o rabia, y que tienen tendencia a mantener relaciones agresivas e inadaptadas, presentan un riesgo más elevado de desarrollar enfermedades cardiovasculares, según informa la Sociedad Española de Hipertensión-Lida Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (Seh-Lelha).

Esta mayor propensión a sufrir afecciones relacionadas con el corazón también se da en las personas con tendencia a experimentar emociones negativas y a inhibirse en la relación con los demás, especialmente si ya padecen una enfermedad cardiovascular, aseguró la organización médica.

Otros aspectos psicosociales también incrementan el riesgo de padecer estas enfermedades y contribuyen a su empeoramiento una vez que se sufren, como son el estatus socioeconómico bajo, carecer de apoyo social o sufrir estrés, depresión o ansiedad. La Sociedad Española de Hipertensión los identifica como obstáculos para el seguimiento de los tratamientos y para mejorar el estilo de vida. El presidente de Seh-Lelha, Julián Segura, llamó la atención sobre el hecho de que en la mayoría de los casos estos factores se agrupan en los mismos individuos.