La especialización es una parte importante en el programa académico de todo profesional, y eso se debe a que los desafíos del mercado nacional e internacional hacen necesario el estar a la altura para encontrar soluciones integrales que consigan marcar la diferencia con la competencia e innovar. Así los grados académicos cada vez han servido más para marcar la diferencia entre quienes saben cómo hacer un trabajo de quienes pueden cambiar la forma de hacer o no hacer algo. Los postgrados poco a poco se han convertido en el deseo de todo buen profesional, por ello hacer un Máster en IL3 puede marcar la diferencia entre encontrar un buen trabajo y el tener el trabajo ideal.

El IL3 es el Instituto de Formación Continua de la Universidad de Barcelona, un lugar donde es posible dar continuación a los estudios universitarios mediante cursos de postgrados como las maestrías donde el enfoque principal gira en torno al desarrollo profesional y personal de los alumnos que luego se enfrentarán con un nivel de competitividad empresarial elevado.

Dentro de los grados académicos posteriores al grado o licenciatura destacan las maestrías por el hecho de ofrecer una mejora importante a nivel de conocimientos, así como también y grado de desarrollo personal que permite enfrentar con mejores herramientas problemas disciplinarios o profesionales.

Realizar una maestría proporciona muchas ventajas, como por ejemplo:

  • Marcar la diferencia respecto del resto de profesionales al adquirir una especialización importante,
  • Mejorar los conocimientos al punto de volverse experto en un área específica,
  • Se adquiere una nueva perspectiva al pasar de ser ver las cosas desde un prisma profesional a uno empresarial, y
  • Se consiguen mejores ofertas laborales, donde la remuneración puede ser hasta un 55% más alta que en caso de no tener la maestría.

Las razones por las que estudiar un máster difieren en la mayoría de los casos, aunque de acuerdo a distintas encuestas el 33% de quienes lo hacen piensan en conseguir una especialización, mientras que el 67% restante lo hace para ampliar sus posibilidades profesionales dentro del mercado laboral.

Una de las interrogantes más recurrentes para quienes piensan en una maestría es saber cuándo es mejor hacerlo, para muchos lo ideal es tomarla después de cinco años de haber conseguido el grado o licenciatura, mientras que otros creen que no vale la pena esperar más de 3 años. A nivel de financiamiento, el 72% de quienes lo hace opta por financiar con el trabajo su magíster, el 22% lo hace a través de una beca y apenas el 6% opta por un crédito bancario.