El fiscal jefe de Menores en Santa Cruz de Tenerife, Manuel Campos, se muestra satisfecho porque su departamento instruye cada vez menos expedientes por hechos delictivos cometidos por adolescentes y menores. En 2015 hubo 110 asuntos menos que el año anterior, es decir, se pasó de 819 a 709. Y, además, advierte de que existe un descenso de casos abordados en casi todos los delitos.

Campos indica que, de esta manera, se confirma una tendencia a la baja en el número de expedientes incoados durante los últimos años.

Uno de los problemas que actualmente más preocupa en el ámbito de los niños, adolescentes y jóvenes es el acoso escolar.

Campos apunta que "apreciamos que este fenómeno se da, cada vez, a más temprana edad". Y señala que hay casos que afectan a pequeños "de 7, 8 o 9 años".

Este fiscal explica que, a veces, por desconocimiento, se sobredimensiona el problema. Y, a su juicio, un ejemplo de ello se registra cuando los padres de la víctima de acoso reaccionan mal ante la situación.

Campos señala que "creemos que tanto los colegios como la Consejería de Educación deben estar lo más presentes posible para solucionar los conflictos".

En esa línea, piensa que la Fiscalía "debe ser el último escalón que se debe subir y siempre y cuando que las posiciones estén muy encontradas".

Para Campos, "generalmente, estos problemas tienen buena solución, pues con la actuación del Ministerio Público se corta el acoso y se evitan actos de la misma naturaleza" por parte del acosador.

En opinión del fiscal jefe de Menores, "la premura en la solución del conflicto es muy importante para evitar el enquistamiento" del mismo.

E insiste en que, "claramente, los agentes que trabajan en el ámbito de la Educación (directores, profesores, orientadores, psicólogos e, incluso, padres) son los que tienen que estar vigilantes ante cualquier síntoma que puedan manifestar las víctimas".

Esos indicadores son, por ejemplo, "tristeza, apatía, falta de concentración, carencia de apetito o negativa a ir al colegio".

Manuel Campos señala que se debe diferenciar entre los casos en los que existe un delito contra la integridad moral (cuando hay persistencia en la conducta agresiva) y aquellos episodios ocasionales (amenazas, coacciones), que no han ido más allá en la intensidad.

Frente a lo que puedan pensar algunas personas, el fiscal aclara que, ante este problema, no hay distinción entre los centros educativos públicos y privados. Y comenta que los casos dependen más del tipo de grupos de alumnos que se forman en esos colegios o institutos.

En el transcurso de los últimos meses, se ha detectado un leve incremento en la participación de chicas que acosan a otras chicas.

Según la información que posee Campos, el acoso escolar en la provincia de Santa Cruz de Tenerife se puede dar en un 50 por ciento de forma física en el entorno del centro escolar y el otro 50, a través de las redes sociales.

No obstante, aclara que también existen casos en que el daño moral se puede ejercer a través de esas dos vías (de forma directa o por internet).

A juicio de Manuel Campos, una de las causas de este tipo de situaciones se debe a las relaciones de noviazgo entre menores, que se mezclan con celos y actitudes posesivas.

Entre los posibles orígenes, recuerda el representante del Ministerio Público que "no podemos dejar atrás el acoso tradicional, por el que un grupo somete a vejaciones a otra persona por su aspecto físico, su supuesta torpeza o pertenecer a otra etnia".

Además del acoso escolar propiamente dicho, Campos comenta que otro aspecto vinculado con los conflictos escolares es el de las agresiones a profesores.

Durante el pasado año, en la provincia de Santa Cruz de Tenerife hubo tres casos de ataques físicos a docentes "relativamente importantes".

A estos delitos de golpes directos a los profesores hay que añadir aquellos actos dirigidos contra el vehículo de esa víctima (rotura de cristales o rayado de la carrocería).

Respecto a los docentes, señala que también hay que tener en cuenta aquello que no se ve: "Las conductas que minan moralmente a un profesor y que también se corrigen en el ámbito escolar".