El género importa cuando se habla de crisis y precariedad. El desempleo de larga duración se ha convertido en un problema para muchos canarios, pero ha tenido un efecto mayor sobre el sexo femenino. No es una percepción, sino el resultado de un detallado estudio que ha elaborado el Observatorio Canario de Empleo (Obecan), servicio adiscrito a la Consejería de Empleo. El informe, que se nutre de datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), revela que el 61,7% de las desempleadas del Archipiélago no cobraba ninguna prestación en 2015 frente al 52,5% de los varones.

La diferencia, de más de nueve puntos, revela que las mujeres tienen más dificultades para encontrar empleo que los hombres y para salir de la situación de exclusión que provoca quedarse al margen del mercado laboral. Además, el estudio también destaca que los municipios que más sufren esta problemática en concreto son Santa María de Guía, Firgas, Arucas, Teror y Vega de San Mateo.

El Obecan, que ha preparado este estudio con motivo del Día Internacional de la Mujer -que se conmemora hoy-, quiere que su aportación contribuya a la hora de decidir qué políticas activas de empleo se ponen en marcha y dónde. Para ello, también aborda las dificultades por tramos de edad -menores de 25 y mayores de 45-, la incidencia de la discapacidad, la nacionalidad y las diferencias en función del lugar de residencia, la cualificación o la experiencia. El nivel de estudios es clave, pero también resta ser extranjera, no haber trabajado nunca -o no haberlo hecho en los últimos tres años- y vivir en determinadas ciudades o pueblos.

De este cruce de datos se desprende que las mujeres jóvenes son uno de los colectivos con mayores restricciones para incorporarse al mercado laboral. La tasa de paro entre las menores de 25 años llega al 48,9%, más de un punto y medio por encima del promedio nacional. Estos datos, tomados del último trimestre de 2015, suponen un aumento de 27 puntos porcentuales con respecto al mismo periodo de 2007. Entre las mayores de 45 la situación también es mala y tiene un horizonte complejo, a tenor del recorrido de los últimos años. Según el Obecan, las mujeres de este colectivo se enfrentan a especiales dificultades de inserción y deben adquirir nuevas habilidades.

La tasa de paro se sitúa, en la actualidad, en el 24,2%, 16 puntos más que en el cuarto trimestre de 2007. Es decir, 2015 acabó con 61.364 mujeres paradas mayores de 45 años. Esta cifra abarca casi la mitad de las desempleadas totales que hay en las Islas; en concreto, el 46,5% del total se encuentra dentro de este grupo. Solo el 7% de ellas tiene estudios de Formación Profesional o universitarios y el 43,8% solo la Secundaria, lo que complica su retorno o iniciación en el mercado laboral e hipoteca su futuro.

La brecha laboral no se reduce en 20 años

La brecha laboral entre hombres y mujeres apenas se ha reducido en 0,6 puntos porcentuales en veinte años, reveló ayer la Organización Internacional del Trabajo (OIT), tras precisar que la tasa de actividad de las mujeres se situó en 2015 en el 49,6% frente al 76,1% de los hombres.

"Las oportunidades de las mujeres de participar en el mercado de trabajo son un 27% menores que las de los hombres", resumió el vicedirector del Departamento de Investigación de la OIT, Lawrence Johnson, durante la presentación de un informe sobre la situación laboral de las mujeres que recogió la agencia Efe.

En el mundo están empleadas aproximadamente 1.300 millones de mujeres y casi 2.000 millones de hombres.

Según la Organización Internacional del Trabajo, durante estas últimas décadas se ha avanzado poco en reducir las desigualdades entre hombres y mujeres cuando se trata de encontrar un empleo y quedarse en él, a pesar de que en el periodo estudiado (1995-2015) el nivel educativo de las mujeres ha aumentado considerablemente.

"Este informe muestra que en las dos últimas décadas, las mujeres han conseguido progresos importantes en educación, pero que éstos no se han reflejado en mejoras comparables en cuanto a empleo", ha señalado Johnson.

Si bien hay dos veces más hombres que mujeres que son trabajadores por cuenta propia (incluyendo en el sector informal), las mujeres que trabajan en negocios familiares gratuitamente son aproximadamente el doble que los hombres.

La Organización Internacional del Trabajo calcula que 586 millones de mujeres eran en 2015 trabajadoras autónomas o sin remuneración, veinte millones más que dos décadas antes.