El Salvador ha reportado hasta el momento más de 9.000 casos de zika, 138 casos de Guillain-Barré posiblemente asociados -de los cuales más del 70% ya han sido dados de alta- y 228 embarazadas están en seguimiento ante la sospecha de que atravesaron la infección, según datos de la Organización Panamericana de la Salud, que ha destacado que el país centroamericano podría ampliar el conocimiento mundial sobre la enfermedad.

El síndrome de Guillain-Barré (SGB) es un trastorno en el que el sistema inmunitario del organismo ataca el sistema nervioso periférico.

Puede ser desencadenado por diversas infecciones, entre ellas las causadas por los virus del dengue y la fiebre chikungunya, y afectar tanto a los nervios periféricos que controlan la fuerza muscular como a los que transmiten las sensaciones de dolor, temperatura y tacto, produciendo así debilidad muscular y pérdida de sensibilidad en los miembros superiores o inferiores.

Aproximadamente un 25% de los pacientes con SGB requieren cuidados intensivos y, pese a un tratamiento de apoyo adecuado, un 3,5% fallece debido a complicaciones relacionadas con la parálisis de los músculos respiratorios, paro cardiaco o trombosis, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Al respecto, una misión internacional de expertos de la OPS ha concluido este jueves su estancia en El Salvador para profundizar en la investigación de los casos sospechosos por el virus del Zika y de las complicaciones asociadas, como el síndrome de Guillain-Barré (SGB).

"El Salvador tiene la oportunidad de aportar al conocimiento científico mundial respecto de esta enfermedad", afirmó la médica salubrista y epidemióloga chilena Ximena Aguilera, jefa de misión, y manifestó la disposición de la OPS a "continuar apoyando al país en su respuesta a ésta y otras emergencias".

Aguilera explicó que para tener más conocimiento sobre el comportamiento del zika en el país y sus complicaciones asociadas, "se necesita fortalecer la capacidad de investigaciones científicas, especialmente los estudios etiológicos (del agente causal) en el laboratorio", para lo cual la OPS ya está colaborando.

MICROCEFALIA.

Hasta el momento, el país centroamericano no ha notificado niños nacidos con microcefalia asociada al zika, (la infección con el virus de zika ha sido relacionada con varios casos de bebés de Brasil nacidos con microcefalia, y un reciente estudio ha descubierto una fuerte relación entre el virusy resultados adversos del embarazo, que no habían sido documentados antes).

Al respecto, la recomendación de la misión va en línea con la petición de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a los países, de intensificar la investigación de la asociación de conglomerados del síndrome de Guillain-Barré y microcefalia con el virus del Zika, además de investigar la historia natural de la infección y la realización de estudios prospectivos y retrospectivos sobre microcefalia y trastornos neurológicos graves, entre otros.

Asimismo, aumentar el número de pruebas de laboratorio para confirmar zika en todos los casos sospechosos, y especialmente en embarazadas y en aquellos con complicaciones neurológicas graves, permitirá vigilar mejor el comportamiento de la enfermedad en el país y describir los casos para fortalecer la respuesta nacional, señala la OPS.

Un nuevo artículo publicado recientemente en el New England Journal of Medicine, ''El virus del Zika como causa de desórdenes neurológicos'', por expertos de la Organización Panamericana de la Salud y de la Organización Mundial de la Salud, concluye que "aún con evidencia limitada vinculando el virus del Zika con los desórdenes neurológicos, el severo riesgo potencial demanda acciones decisivas e inmediatas para proteger la salud pública".

La OPS/OMS ha desarrollado una estrategia para ayudar a los países a mitigar el impacto del zika a través del fortalecimiento de sus capacidades para detectar la introducción y propagación del virus, reducir las poblaciones de mosquitos, garantizar los servicios de salud necesarios, fortalecer las capacidades de laboratorio, promover la investigación y comunicarse de manera efectiva con el público sobre los riesgos y las medidas de prevención.