El número de médicos y enfermeras en los países de la OCDE nunca ha sido tan elevado como ahora, tanto en términos absolutos como per cápita, aunque según la organización hay que mejorar su distribución territorial, la adecuación de sus habilidades y la gestión del sistema.

En 2013, 3,6 millones de doctores y 10,8 de enfermeras estaban contratados en los países miembros, frente a los 2,9 y 8,3 millones, respectivamente, en 2000, indicó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en un informe publicado hoy.

De media, según el estudio de Políticas públicas sobre el personal sanitario, en 2013 hubo 3,3 médicos y 9,1 enfermeras por cada 1.000 habitantes, frente a los 2,7 y 7,8 de trece años antes.

La mayor parte de ese crecimiento se debe al aumento de estudiantes en esas especialidades, pero también a la contratación de profesionales extranjeros.

El aumento en el número de médicos ha sido particularmente rápido en países que tenían niveles bajos como Turquía (en 2013 había 1,8 por cada 1.000), México (2,2) y Corea del Sur (2,2), así como en el Reino Unido (2,8).

En este último país, el alza fue del 50 % en cifras absolutas, aunque sigue por debajo de la media.

Grecia (6,3), Austria (5) y Noruega (4,3) son los tres Estados con más médicos por cada 1.000 habitantes, seguidos por Alemania (4,1), Suiza y Suecia (4), Italia (3,9) y España (3,8).

Respecto al número de enfermeras, la OCDE destacó que se ha incrementado en términos generales, aunque esa tendencia se ha ralentizado "en algunos países en el periodo posterior a la crisis económica", como España (5,1 por cada 1.000) o Irlanda (12,4).

El organismo hizo notar que no hay escasez de profesionales, pese a la percepción general, e insistió en que hay que centrarse en la mejora del sistema, con más innovación en la prestación de servicios, un uso más eficaz de las nuevas tecnologías y un mejor acceso a los cuidados.

Aconsejó establecer cuotas anuales de estudiantes que tengan información "más sólida" sobre las perspectivas laborales; aumentar el atractivo de la medicina general; o favorecer que enfermeras especializadas asuman algunas tareas de los médicos para liberar tiempo a estos últimos y abaratar esas labores.

Recomendó también reducir la dependencia de profesionales procedentes del extranjero, delegar competencias o recurrir a la telemedicina en zonas remotas, así como mejorar la adaptación de las capacitaciones de los sanitarios.

Según una encuesta de 2011-2012, del 70 al 80 % de los médicos y enfermeras se decían sobre-cualificados para algunas de sus tareas, mientras que cerca del 50 % de los médicos y del 40 % de las enfermeras se veían, por el contrario insuficientemente cualificados.

El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, recalcó que las necesidades sanitarias derivadas del envejecimiento de la población debería estimular la innovación y una mayor cooperación entre países "para garantizar que se consiguen las inversiones estratégicas" que garanticen una cobertura sanitaria universal y cuidados de calidad.