El cambio de hora que se produjo la pasada la madrugada puede generar "leves" alteraciones en el sueño, los hábitos alimenticios y el estado de ánimo, aumentando el cansancio, la irritabilidad o la falta de concentración en algunas personas. El horario de verano comenzó la pasada madrugada, cuando se adelantó una hora las manecillas del reloj, de manera que, en Canarias, a la 01:00 se pasó a las 02:00, con lo que se perderá una hora de sueño, pero se ganará luz solar. Una directiva europea regula el cambio de hora con el objetivo de ahorrar energía, aunque diversos colectivos sociales rechazan esta modificación y reclaman que España mantenga el horario que le corresponde por su posición geográfica.

Desde el punto de vista de la salud, esta variación de la hora tiene un impacto "mínimo" en el organismo, aunque hay "una respuesta individual", ya que algunas personas la llevan muy bien y otras no, explica el doctor Salvador Tranche, vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SemFyc). El cambio horario puede implicar "ligeros" trastornos en el sueño, los hábitos alimenticios y el estado de ánimo, que pueden aumentar el cansancio, la irritabilidad o la falta de concentración, aunque estos problemas remiten en el plazo de tres o cuatro días, subraya.

Los niños y los mayores son los grupos de población más sensibles a estas alteraciones debido a que tienen unos horarios establecidos de comidas y de sueño.

Los lactantes pueden experimentar alteraciones en su alimentación, mientras que los niños en edad escolar pueden tener mayores dificultades para despertarse.

Los mayores de 50 años se despiertan antes

Los mayores de 50 años, que con frecuencia tienen problemas para conciliar el sueño y se despiertan más temprano, pueden tardar más tiempo en adaptarse al nuevo horario.

Para minimizar estos efectos, el doctor Tranche recomienda acostarse antes tres o cuatro días antes del cambio de hora, no dormir la siesta durante unos días, no variar los hábitos alimenticios, practicar ejercicio físico moderado y evitar el consumo de alcohol. Varios trabajos han estudiado si el cambio de hora ha tenido relación con un aumento de los infartos de miocardio, pero los resultados han sido "contradictorios".