Un 19,9 por ciento de la población española esto poco o nada de acuerdo en que la vacuna de la gripe sirva para prevenir la enfermedad y sus complicaciones en personas mayores o con mayor riesgo de sufrirla, según los datos del último Barómetro Sanitario 2015 realizado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en colaboración con el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

La encuesta de este último año, realizada entre los meses de marzo y octubre a más de 7.700 ciudadanos, incluye varias preguntas sobre vacunación y muestra cómo sólo un 21 por ciento de la población encuestada se vacunó frente a la gripe en la última temporada.

Entre los principales motivos para hacerlo estaba tener la edad recomendada (55%), una enfermedad crónica (19%), por ser una enfermedad peligrosa de la que todos deberían vacunarse (11,8%) o por trabajar atendiendo a colectivos de riesgo (5%).

En cambio, para el 78,8 por ciento restante que no se vacunó el principal motivo fue el hecho de que la gripe no supone un riesgo para su salud (35,7%). Además de quienes no lo hicieron por no estar recomendado en su caso (35,2%), llama la atención que un 11,6 por ciento no confía en esta vacuna y un 6,7 por ciento en las vacunas en general.

Este último porcentaje es similar al 5,9 por ciento de encuestados que considera que las vacunas no son eficaces para prevenir enfermedades o el 10,2 por ciento que cree que conlleva más riesgos que beneficios. Porcentajes que, en cualquier caso, son mucho menores que el 88,1 por ciento que confían en su eficacia o en el 72 por ciento que cree que tiene más beneficios que riesgos.

El barómetro también muestra como un 15 por ciento de los encuestados considera que es mejor que los niños pasen las enfermedades de forma natural.

Del mismo modo, hasta el 33,7 por ciento de los encuestados admite que los profesionales sanitarios no les informan adecuadamente de las ventajas y riesgos de las vacunas antes de su administración a ellos o a sus hijos.