Entre el 25 y 30% de los adolescentes españoles han tenido o van a tener una enfermedad mental. Así lo afirmó ayer el doctor Javier de Loño Capote, durante la presentación del curso "La adolescencia del siglo XXI. Salud Mental de la Infancia y Adolescencia", que comienza el próximo 24 de mayo en el Casino de Santa Cruz de Tenerife.

De Loño recordó que los trastornos mentales más frecuentes en adolescentes son los de ansiedad o los de tipo de depresivos. Estos últimos, dijo, son más frecuentes y pueden manifestarse con síntomas de impulsividad o apatía, entre otros.

El experto avanzó que las jornadas están compuestas por ocho conferencias-coloquios que se desarrollarán hasta el próximo mes de diciembre y que abordarán temas como el acoso, los trastornos de alimentación, la socialibilidad, la igualdad, las adicciones, el estrés, el deporte-salud y los valores.

La asistencia a estas conferencias es gratuita y están dirigidas a familias, educadores y profesionales sanitarios.

De Loño avanzó que al finalizar estas jornadas se elaboraría un decálogo de indicaciones a tener en cuenta para mantener la salud mental de los adolescentes.

Bajo el lema "lo que no se trata en la infancia... ¿permanece toda la vida?", las conferencias tratarán de dar respuestas a la alta tasa de abandono escolar en Canarias, que puede suponer el primer paso hacia el desarrollo de una enfermedad mental. "Los dirigentes políticos deben redoblar sus esfuerzos", opinó el psiquiatra, para subrayar que lo importante en salud mental "es la prevención".

En este sentido, destacó que no se había priorizado la conciliación laboral ni de padres ni de madres con la crianza de los hijos, dándoles la oportunidad, como en otros países de la Unión Europea, de poder criar en el apego al menos en los primeros años de vida.

La "falta de respeto", característica principal

En opinión del psiquiatra Javier de Loño, la diferencia fundamental entre los adolescentes de hoy y los de hace 20 años es "la falta de respeto" de los de ahora. "La culpa no es de los adolescentes", subrayó, para destacar que hoy en día tenían muchos derechos pero pocos o ningún deber. En este sentido, abogó por prohibir los móviles en los colegios. Otro de los factores que destacó es que los adolescentes de hoy "no tienen un ideal o un referente" claro y propugnó una vuelta a la "educación humanista" en la que se premiara la solidaridad.