Guillem y Celia tienen 3 y 4 años y son los únicos españoles diagnosticados con el Síndrome MEF2C, una enfermedad rara que provoca graves discapacidades y para la que no existe tratamiento, aunque sus padres luchan por recaudar los fondos que permitan seguir con la única investigación sobre este gen, que se realiza en California.

Los afectados por el Síndrome MEF2C-Micordelección 5q14.3 nacen sin este gen y con una afección neurológica que implica retraso cognitivo y físico severo, epilepsia, hipotonia, trastornos del movimiento, ausencia de habla y autismo. La enfermedad, que se produce cuando falta una porción de los 46 cromosomas, se diagnosticó por primera vez en 2009 y afecta en todo el mundo a medio centenar de personas.