Un total de 32,6 millones de personas han sobrevivido al cáncer en todo el mundo, de las cuales un millón y medio se encuentran en España, ha destacado la Universidad de Navarra con motivo de la celebración mañana del Día Internacional del Superviviente de Cáncer.

Se trata de pacientes que han vivido sin enfermedad más de cinco años tras un diagnóstico de cáncer y que, sin embargo, tienen necesidades que el sistema de salud no atiende, ha explicado el centro académico en un comunicado.

La profesora de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Navarra Cristina García-Vivar ha subrayado en ese sentido la importancia de implantar un "Plan de cuidados para supervivientes" similar al que existe en otros países.

A pesar del logro que supone que la supervivencia al cáncer a los cinco años sea en torno al 50 % en hombres y 59 % en mujeres, "muchos de estos pacientes se sienten perdidos en la transición entre ser paciente en tratamiento y ser superviviente", ha afirmado la profesora.

Según García-Vivar, las personas que han superado esta enfermedad presentan con frecuencia secuelas físicas, como déficit cognitivo, fatiga, dolor, infertilidad o linfedema en el caso del cáncer de mama, y efectos tardíos como alteraciones en la inmunidad, osteoporosis, alteraciones renales o cardiológicas.

Además, hacen frente a secuelas sociales debido al aislamiento, como mayores tasas de desempleo, o problemas de discriminación laboral como despidos injustificados.

En otros casos, muchos supervivientes y sus familias, conocidos como "supervivientes secundarios", experimentan necesidades psicológicas por miedo a una recaída, depresión o ansiedad.

"Conviene recordar que el cáncer es una experiencia familiar, de ahí la importancia de abordar la supervivencia desde esta perspectiva", ha subrayado.

En este contexto, ha asegurado, la implantación de un "Plan de cuidados para supervivientes" es un requisito necesario para mejorar la atención sanitaria a estas personas.

Para ello, "debemos crear puentes entre la oncología y la atención primaria, poner en marcha y testar modelos de cuidado en supervivencia, desarrollar guías nacionales para la formación de profesionales o mejorar el uso de recursos y potenciar la investigación en este ámbito", ha resaltado la especialista.

Este tipo de iniciativas ya se encuentran sistematizadas en otros países como Estados Unidos, pero no en España.