Testigo directo en junio de 1975 de la primera convocatoria de Selectividad, Margarita Alfaro, actual vicerrectora de Cooperación y Extensión Universitaria de la Autónoma de Madrid (UAM), la vivió con los nervios normales y consciente de pertenecer a una generación de alumnos en la transición educativa.

Doctora en Filología Francesa por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Alfaro recuerda en una entrevista que le tocó también realizar el primer COU (Curso de Orientación Universitaria) y que el año anterior había tenido que hacer la reválida de sexto de Bachillerato.

Esta profesora asegura que este tipo de pruebas (la Lomce fija que el próximo curso la Selectividad sea sustituida por la prueba final de Bachillerato) sirven para mostrar la madurez del estudiante, por lo que aconseja estudiar, confiar en las propias capacidades y mostrar lo aprendido.

PREGUNTA: La "ley Esteruelas" (elaborada por el ministro Cruz Esteruelas) estableció en el curso 1974-75 la Selectividad en sustitución de la Reválida de entonces. ¿Qué opinabais los alumnos de ese cambio?

RESPUESTA: Ese curso fue especial, era el primer año en el que se implantó COU y los alumnos tuvimos que afrontar la primera Selectividad. Además, el año anterior habíamos hecho la Reválida de sexto de Bachillerato. Éramos conscientes de pertenecer a una generación de tránsito entre dos sistemas de selección y de haber demostrado madurez suficiente para ingresar en la universidad.

P: ¿Cómo se preparó para la prueba?

R: La preparación se concentró entre mayo y junio. Tuvimos clases monográficas para revisar los temarios y ensayar las pruebas comunes, en particular la conferencia.

Recuerdo dar especial importancia a la Lengua, al comentario de texto y a la ortografía.

La primera Selectividad -ella la hizo en la UAM- consistió en un resumen de una conferencia, un análisis de texto, preguntas de lengua y matemáticas y otras materias optativas.

P: ¿Qué le pareció más difícil o qué recuerda en especial?

R: La conferencia es lo que más me impactó. De los demás exámenes no tengo recuerdos tan precisos salvo la sala en la que tuvieron lugar, la luz era muy tenue y se respiraba un ambiente de tensión controlada.

Un profesor de edad avanzada impartió una conferencia durante más de 40 minutos. Después teníamos que hacer un resumen. Yo venía de un Bachillerato de Letras (latín, griego, filosofía y literatura) y el conferenciante era especialista en física, tuve que prestar mucha atención porque de las palabras técnicas que utilizó la única que me resultaba familiar era "átomo".

Nos preparamos practicando la técnica de tomar notas y redactar mostrando la evolución del hilo expositivo con una introducción, un desarrollo y una conclusión.

P: ¿La primera Selectividad provocó tanta polémica entre docentes y alumnos como ahora la prueba final de segundo de Bachillerato que comenzará a aplicarse el próximo curso?

R: No recuerdo que hubiera polémica, no lo percibí en el centro en el que estudié ni entre mis amigos de otros colegios.

Lo vivimos de manera natural. Habíamos hecho la reválida de cuarto y la reválida de sexto y además nos correspondía hacer la Selectividad. Estábamos habituados a los exámenes de conjunto.

P: ¿Pasó muchos nervios?

R: Los normales. Un examen siempre supone un ejercicio de madurez intelectual y sobre todo una prueba de equilibrio emocional. Hay que confiar en las propias capacidades y en las destrezas que rodean a los conocimientos, haber estudiado y saber mostrar de manera hábil lo aprendido.

Un grupo de profesoras muy comprometidas se reunieron con la clase durante semanas y revisamos los temarios de manera ordenada.

Fueron muy útiles los esquemas generales que hicimos de cada asignatura.

P: ¿Qué le parece el cambio de la Selectividad a la prueba final de Bachillerato?

R: Los cambios son necesarios, permiten adaptarnos a las nuevas exigencias y retos de la sociedad. Ahora bien, dichas transformaciones deben plantearse de manera adecuada, consensuada y teniendo como horizonte los objetivos que se pretenden alcanzar.

La educación es ante todo un conjunto de conocimientos que se expresan por medio de destrezas y habilidades. La prueba final de Bachillerato tiene que asumir el desafío de mostrar la madurez del estudiante al final de una etapa educativa.