El tráfico ilegal de flora y fauna salvaje mueve en torno a 27.000 millones de euros al año en el mundo, cifra solo superada por el comercio clandestino de armas y drogas, aseguró a Efe el responsable de especies amenazadas del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), Luis Suárez.

La lucha contra esta actividad es precisamente el lema del Día Mundial del Medio Ambiente que se conmemora hoy.

"No hay un grupo faunístico que se vea libre de la presión ilícita", explicó Suárez, quien señaló que los productos más codiciados son el caviar, las pieles de todo tipo -en especial, las de caimanes, lagartos y grandes serpientes-, los colmillos de elefante, los cuernos de rinoceronte y los corales. Suárez aclaró que, aunque suele hacerse hincapié en la amenaza que la caza ilegal supone para especies como el tigre, el elefante o el rinoceronte, "si estos animales tan visibles y vigilados en algunos casos sufren una persecución tan grande, imaginemos lo que puede suceder con otras más pequeñas o menos conocidas".

Un buen ejemplo de ello es el del pangolín, un mamífero cuyas cuatro familias están "muy amenazadas y al borde de la extinción en Asia, aunque se está centrando todo el tráfico en las africanas". Los controles del Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES por sus siglas en inglés) no parecen suficientes puesto que "se calcula que cerca de 13.000 ejemplares de pangolín se distribuyen de forma irregular cada año". Situación similar es la de "ciertas aves e incluso algunos árboles empleados por la industria maderera", apostilló el experto, quien insiste en que "cuanto más pequeño es el objeto de deseo, más fácil es sortear su vigilancia y menos se conoce el alcance de su impacto, a pesar de que ha de ser muy alto en comparación con los ejemplares más voluminosos".

El comercio ilegal se suma a otros problemas como la destrucción del hábitat por la presencia humana, si bien existen algunos motivos para la esperanza. Así, Suárez destacó la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas que desde 2015 "da dimensión al problema al exhortar a los estados miembros a que tomen medidas", así como el hecho de que su Oficina contra las Drogas y el Delito (UNODC) lo considere "un asunto de capital interés".

Canarias, una de las regiones "protagonistas" como centro de recepción y redistribución de las especies

En España, según el informe de CITES de 2014, las autoridades han incautado cerca de 13.000 especímenes ilegales durante los últimos 10 años.

"Nuestro país no se encuentra en el centro de las principales redes pero sí es protagonista como centro de recepción y redistribución de este tipo de comercio" a través de áreas portuarias como las de Valencia, Algeciras o Canarias, debido a su proximidad con las costas africanas y a la especial relación con Iberoamérica. España se ha convertido así en "un lugar de desembarco muy importante para artículos como madera tropical o pieles de reptiles muy por delante de Singapur, que es un punto neurálgico".