Cuatro instituciones japonesas colaborarán para realizar trasplantes de retina empleando células iPS de donantes, lo que reducirá ostensiblemente el coste de este procedimiento, confirmó hoy uno de los organismos implicados.

Los procesos para tratar la degeneración macular usarán iPS de bancos de donantes creados por la Universidad de Kioto, detalló una portavoz del Centro de Biología del Desarrollo (CDB) del Instituto de investigación RIKEN, que será el encargado de cultivar tejido retiniano a partir de dicho material.

Las células iPS (de pluripotencia inducida) son aquellas que mediante reprogramación genética pueden convertirse en cualquier tipo de tejido.

Además de estas dos instituciones, colaboran también en la iniciativa las Universidad de Osaka y el hospital General de la ciudad de Kobe.

Esta manera de proceder será más económica porque evitará utilizar las células cutáneas del propio paciente para generar primero iPS y después tejido retiniano, un proceso costosísimo tal y como mostró la operación pionera de 2014.

Cuando Riken realizó dicha operación hace dos años utilizó células iPS de la propia paciente y el coste total acabó alcanzando unos 100 millones de yenes (unos 817.000 euros/928.000 dólares).

Para rebajar ese importe la Universidad de Kioto decidió ese mismo año crear un programa de biobancos de iPS elaboradas a partir de células sanguíneas de donantes de todo Japón.

Se cree que el uso directo de iPS de donantes abaratará el precio del procedimiento al menos en un 80 por ciento.

Se espera que los primeros implantes, que se realizarán a unos 20 pacientes, se lleven a cabo a partir de la primera mitad de 2017.

El profesor de la Universidad de Kioto Shinya Yamanaka es considerado el padre de las iPS -lo que le supuso en 2012 el Nobel de Medicina- por desarrollar el método para crear este tipo de células mediante la reprogramación de células ya maduras.

El descubrimiento resuelve en principio el problema ético de trabajar con células madre de embriones que, como las iPS, también poseen la capacidad de transformarse en cualquier tipo de célula, y supone un paso muy importante para el avance de la medicina regenerativa.