Alejandro Álava Cruz tenía 36 años, disfrutaba de un contrato con una solvente compañía área de los Emiratos Árabes Unidos y esperaba una hija con su esposa. Este piloto aéreo natural de Tenerife falleció de forma trágica, junto a otras 61 personas, el 19 de marzo, hace poco más de tres meses, en un accidente en la localidad rusa del Rostov del Don, cuando ejercía como copiloto en una aeronave de FlyDubai.

Su padre, el prestigioso traumatólogo Santiago Álava, tiene varias fotos suyas en su despacho profesional. Con los cascos y las gafas de aviador. Sonriente y feliz, porque vivía un sueño: estar a los mandos de un avión comercial, para lo que tanto había estudiado, gracias al apoyo económico de su familia.

El progenitor recuerda que "estaba en lo más fructífero de su vida, encauzando una brillante carrera profesional y consolidando su familia". Aclara que "era un apasionado de la aviación y a ella consagró su vida".

Para Santiago Álava otro rasgo que definía a Alejandro era "su sentido de la amistad y compañerismo, siempre dispuesto a ayudar y ser el catalizador de unión entre sus conocidos". Señala que "lo he podido comprobar tras la tragedia, en mi estancia en Dubai, por el gran número de llamadas y correos de compañeros suyos que he recibido desde muchas naciones". Alejandro Álava Cruz finalizó sus estudios de grado medio en las Escuelas Pías de Santa Cruz de Tenerife y se marchó a la escuela de pilotos de Matacán, en Salamanca, donde obtuvo la licencia de piloto. Su padre recuerda que, para obtener más horas de vuelo, de regreso a Tenerife, "volaba con todo el que lo llamara, viajando a Senegal, Mauritania o el Sáhara Occidental; expediciones humanitarias de la ONU en Haití o en vuelos para fotografía aérea".

Su padre cuenta que "con él volé alrededor de las islas con una avioneta Cesna del aeroclub de Los Rodeos". Fue profesor en una academia local y trabajó en tierra para Air Europa. Después llegó la formación especializada en determinados aviones. Para obtener la calificación de ATR se trasladó a Grecia y empezó a trabajar como primer oficial en la compañía White Eagle. Después regresó a Tenerife, donde trabajó para Naysa, del Grupo Binter. En Lituania obtuvo la calificación de Air Bus 320. Después de trabajar en Polonia, le surgió la posibilidad de acceder a FlyDubai y superó las pruebas. En Emiratos Árabes Unidos logró la capacitación para volar con el Boeing 737. Santiago Álava comenta que "en los momentos amargos que viví en Dubai quedé impresionado por la camaradería y apoyo que me dieron otros pilotos y sus familias". Explica que al domicilio de su hijo y la esposa de este acudieron profesionales de varias nacionalidades y creencias. "Sus conversaciones sobre aviones era apasionada, y sin manifestar temor, porque tienen asumido que el riesgo va unido a su trabajo", dice el padre de Alejandro.

"Hemos recibido un trato exquisito"

El traumatólogo comenta que la Comisión de Investigación constituida en Rusia sigue analizando los pormenores de la catástrofe, "en profundidad, con rigor y seriedad". Es consciente de que el informe definitivo puede tardar un año o más en ser publicado. Y sabe que "el citado dictamen nombrará las posibles causas del siniestro, pero nunca indicará las responsabilidades". "Si hay responsabilidades, a los Tribunales de Justicia corresponde dirimirlas", matiza Álava.

Este médico está convencido de que la tragedia pudo ser la concatenación de varios hechos. Manifiesta que "el trato recibido por la Oficina de Atención a los afectados del Ministerio de Fomento; de las autoridades aeroportuarias de Los Rodeos, Madrid-Barajas o del Reina Sofía; de la Policía Nacional, de las autoridades dubaitís y directivos de FlyDubai, el Sepla, los consulados de España en Moscú y Dubai y autoridades rusas ha sido exquisito". Y no se olvida de la Fiscalía y los juzgados de Santa Cruz de Tenerife que han intervenido en el caso. Álava dice que, "con esa losa de dolor, recuerdo y cariño, seguiré adelante, pues muchas personas de mi alrededor me quieren, apoyan y algunas, por su edad, aún me necesitan".

El traumatólogo tiene tres hijos más, una con su primera esposa y dos con su segunda mujer. Alejandró falleció en marzo y en abril iba a empezar el proceso para ascender a comandante. El funeral por el piloto Álava Cruz tendrá lugar hoy en la parroquia de San Francisco, en pleno casco histórico de Santa Cruz de Tenerife, a las 19:00 horas. El padre de Alejandro señala que al acto está prevista la asistencia de pilotos de países tan distantes como Suecia, Escocia, Dubai o Brasil.

Además, se prevé que acuda un representante del sindicato de pilotos Sepla y una delegación de la compañía FlyDubai, encabezada por el director de operaciones, Keneth Gile. Los restos mortales de Alejandro llegaron a comienzos de este mes desde Rusia. El féretro estaba envuelto en las banderas de España y Dubai.