Si las universidades deciden poner en práctica un plan de reducción de departamentos y facultades deberían "explicar detalladamente los motivos por los que durante tantos años han desarrollado y alcanzado, por sus propios actos, estos niveles que sus dirigentes juzgan hoy de ineficientes".

Lo destaca a el secretario general de la Federación de Asociaciones de Catedráticos de Universidad (FACU), Jesús Esteban, que es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Valencia y que recuerda que la actual estructura de las universidades "no bajó del cielo ni se creó de repente".

"Se ha llegado a esta situación a través de un conjunto de acciones y omisiones -recalca- que las diferentes universidades, dependientes financieramente de sus comunidades autónomas y dentro del principio de autonomía universitaria, han ejecutado".

Afirma que durante tiempo "lo que había que defender, lo que era políticamente correcto" para el Ministerio de Educación, comunidades, Consejos Sociales y centros de decisión de universidades "eran unos aspectos y, ahora, parece que van a ser otros".

Tanto ayer como hoy "se manifiesta que se persigue la eficiencia y la calidad", apunta Esteban, que subraya que toda organización requiere recursos humanos adecuados y materiales necesarios.

Los responsables que planteen reducciones -el rector de la Complutense de Madrid, Carlos Andradas, prevé pasar de 185 departamentos a 80/75 y de 26 facultades a 17 tendrían que detallar los objetivos pretendidos y "vincularlos explícitamente" con cada reducción prevista, según Esteban (La Universidad de La Laguna ya acometió su reestructuración con el anterior equipo de gobierno, el liderado por Eduardo Doménech).

Además, argumenta que las reducciones no deben penalizar a aquellos que "han generado resultados de calidad". Si no, "la manida búsqueda de la eficiencia" puede terminar justificando que "todos los docentes pueden enseñar todo", según este portavoz de la FACU, Federación que agrupa asociaciones profesionales de funcionarios públicos integradas por catedráticos de Universidad para fomentar el perfeccionamiento de la institución universitaria y defender sus intereses profesionales. Esteban asegura que una universidad con muchos departamentos, facultades y titulaciones puede generar percepción de "importancia", pero que esta "depende de los resultados percibidos por la sociedad o el público en general y de la visualización que de los resultados se haga". La estadística de Universidades, Centros y Titulaciones de Educación (curso 2015/16) señala que hay 2.910 departamentos (2.377 en universidades públicas y 533 en privadas), cifras que eran de 3.008 en el curso 2011-12; 2.936 en el 2012-13; 2.998 en el 2013-14; y 2.919 en el 2014-15.

Por otro lado, Esteban indica que una percepción negativa de la "lealtad" de las instituciones hacia sus recursos humanos hace "incompatible" que estos se impliquen de forma continua en la innovación y el desarrollo.

las claves

Calidad y eficiencia, el vínculo que hay que defender. Los expertos sostienen que los rectores que acometan este tipo de acciones deberán justificar debidamente estas acciones y relacionar calidad y eficiencia.

La ULL, "pionera". La Universidad de La Laguna (ULL) hizo su fusión de facultades hace años, con el anterior equipo de gobierno. Generó división dentro de la comunidad universitaria.