Un equipo del Centro Nacional de Biotecnología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CNB-CSIC) han utilizado un acelerador de electrones para observar en tres dimensiones el interior de una célula infectada por el virus de la hepatitis C para ver cómo deforma algunas de sus estructuras y, al mismo tiempo, cómo algunos fármacos logran revertir las alteraciones provocadas.

El estudio, cuyos resultados ha publicado recientemente la revista ''ACS Nano'', se realizó gracias a la luz del Sincrotón ALBA, situado en Cerdanyola del Vallès (Barcelona), que dispone de una nueva técnica denominada crio-tomografía por rayos X blandos (cryo-SXT) capaz de tomar imágenes en 3D de la células completas en su estado natural, sin un tratamiento químico previo y sin cortarlas ni desecarlas.

"Es como si nos hubiéramos introducido dentro de la célula infectada", ha explicado Pablo Gastaminza, investigador del CNB-CSIC y autor principal del trabajo, lo que ha permitido ver que "tanto las membranas del retículo endoplasmático como las mitocondrias están profundamente deformadas".

En concreto, las imágenes del estudio muestran cómo, con el avance de la infección, las malformaciones del retículo endoplasmático van incrementándose, y todas las mitocondrias próximas se van corrompiendo. También se pueden observar malformaciones de las estructuras que permiten la comunicación entre las mitocondrias y el retículo.

Pero además, los autores han observado cómo algunos de los fármacos antivirales más comunes en el tratamiento de la hepatitis C (como la combinación de daclatasvir y sofosbuvir) son capaces de revertir estas alteraciones estructurales.

SE RECUPERAN DESPUÉS DE UNA SEMANA

"Usando la luz de sincrotrón hemos visto por primera vez cómo las mitocondrias y el retículo endoplasmático de las células infectadas recuperaban su conformación nativa tras haber sido tratadas sólo durante 7 días con estos fármacos", ha explicado Ana Joaquina Pérez-Berná, investigadora del Sincrotrón ALBA y primera firmante del artículo.

La técnica utilizada sólo está disponible en otros tres lugares en el mundo (en el sincrotrón alemán ''BESSY'', el inglés Diamond'' y el norteamericano ''ALS'') y permite hacer una tomografía a la célula "similar al TAC convencional pero con un millón de veces más de resolución", asegura Pérez-Berná.

Según los investigadores, el trabajo demuestra que esta novedosa técnica es de gran utilidad en el estudio de alteraciones estructurales producidas por procesos patológicos.

"Además, puede ser muy útil en estudios preclínicos y desarrollo de nuevos fármacos, ya que permite observar el efecto de diferentes compuestos sobre las diferentes estructuras internas de la célula", concluye Gastaminza.