La experiencia del "Día sin bañador" de Madrid está desnuda en España. En ninguna de las principales ciudades existen iniciativas similares más allá de los espacios y horarios reservados para quienes gustan de practicar el naturismo.

Ser nudista en España es cosa de playa, porque en la urbe la situación se complica. El Ayuntamiento de Madrid ha protagonizado esta semana un intento por facilitar el naturismo a través del "Día sin bañador", o como prefieren llamarlo sus promotores, "Día del bañador opcional".

La idea parte en realidad del Club Catalá de Naturisme, adoptada en Madrid por la Asociación para el Desarrollo del Naturismo (ADN), una de las 15 asociaciones que integran la Federación Española de esta práctica.

Fue en el debate sobre el estado de la ciudad celebrado esta semana en el Ayuntamiento cuando el asunto saltó de la gestión íntima a la ruidosa política. La portavoz del PP en el consistorio, Esperanza Aguirre, exhibió lo que, a su juicio, es "una ocurrencia" del equipo municipal de Manuela Carmena.

Todo por un correo que la Dirección General de Deportes envió a los distritos para que, a su vez, se lo enviaran a las piscinas, ya que son ellas las competentes para regular la normativa sobre quiénes entran, cómo entran, cuándo se entra o cuándo se sale.

En el correo, fuera de toda polémica, se consultaba la idoneidad de acoger cada tercer domingo de julio el "Día del bañador opcional".

Según señala el presidente de ADN, Ismael Rodrigo, el padre de la propuesta, ha contestado con un "sí" la piscina de Peñuelas, en Arganzuela.

Allí, previsiblemente el próximo día 24, en la puerta del recinto, se colocará un cartel informativo en el que se advertirá a los usuarios que podrá haber gente desnuda. Una vez dentro, si es que entran, el ciudadano o la ciudadana decidirán si conservan o se quitan el bañador.

Explica Rodrigo que no hay nada de imposición en la iniciativa, todo lo contrario: "Es convivencia".

Visto así, pareciera que la iniciativa es una novedad ilusionante para unos o reprochable para otros, pero no. Rodrigo aclara que la propuesta se bautizó en 2002 mediante un convenio de su asociación con la Comunidad de Madrid.

En esta historia recatada aparecen también otras fechas: en 2010 la Piscina de la Complutense se abrió al naturismo y el año pasado la de Lago, en Casa de Campo.

El presidente de ADN reconoce, no obstante, que más allá de la experiencia madrileña, apenas hay nada que se le parezca, por lo que el amante del naturismo que quiera ejercer ha de ceñirse a las instalaciones o a los espacios municipales reservados y a los horarios fijados.

Según la web nudismo-naturismo.com, Barcelona ofrece una piscina en horarios concretos de fin de semana, Bilbao cede parte de un polideportivo los segundo y cuarto sábados de cada mes y Madrid los solárium de dos piscinas madrileñas. Y luego están algunas zonas acotadas en algunas fechas en algunas piscinas al aire libre.

Efe se ha puesto en contacto con otros ayuntamientos como los de Valencia, Murcia, Zaragoza o Valladolid para saber si están sopesando acoger "El día del bañador opcional" o algo parecido, o si tienen previsto habilitar espacios naturistas en las piscinas públicas. La respuesta es la misma: de momento, no.

En las playas quitarse el bañador es más fácil. A falta de información oficial al respecto (el Ministerio de Medio Ambiente muestra en su web un listado completísimo de las playas españolas, aunque no especifica si son nudistas o no), algunas páginas de Internet enseñan sus listas: hay cerca de unas 250 aproximadamente.

Mallorca, Girona, Barcelona, Alicante o Fuerteventura aparecerían como las islas y provincias predilectas para los nudistas, sencillamente porque son las que más tienen.

Ir desnudo por una piscina o por una playa, incluso por la calle, suele depender de las normativas municipales, que delimitarán los espacios, y si es necesario, el horario. Pero también puede prohibir.

El Tribunal Supremo, de hecho, tuvo que pronunciarse en abril del año pasado a favor de la normativa del Ayuntamiento de Barcelona que prohibía el nudismo o el "casi nudismo" (sic) a raíz de un recurso de los naturistas.

La controversia jurídica está servida porque hay una especie de "vacío legal", que según Rodrigo no es tal, pues en 1988 se sacó del Código Penal el delito de escándalo público.

Y está servido un debate que se pone casi siempre la ropa de la moral.

Quizá la solución depende de la decisión de cada uno, la propia Manuela Carmena sin ir más lejos: "Soy una señora de 72 años, no me pasa por la cabeza ir sin bañador", dijo ayer.