La llegada del hombre a la Luna cumple 47 años. Lo que supuso que el hombre dejara su huella en la superficie del satélite está considerado uno de los acontecimientos más importantes y significativos para la humanidad y se produjo un 20 de julio de 1969. Un viaje, que además de ser un hito histórico, tiene su particular anecdotario.

El Apolo XI, impulsado por el cohete Saturno V, parte rumbo a la Luna desde Cabo Kennedy, en el estado norteamericano de Florida el 16 de julio de 1969. Llega al satélite el 19 y orbita alrededor de la Luna hasta que el 20 de julio a las 15:17 hora de Houston y las 20:17 hora internacional aluniza en la superficie lunar.

El comandante Neil Armstrong, de 38 años, pisa la luna seis horas después de haber alunizado, a las 2:56 hora internacional y sobre las nueve de la noche en Houston, (Texas), desde donde se controlaba la misión.

La tripulación del Apolo XI estaba compuesta por el comandante de la misión, Neil A. Armstrong; Edwin E. Aldrin Jr de 39, apodado "Buzz", y Michael Collins, de 38 años y piloto del módulo de mando.

Dos de los tres tripulantes pisaron suelo lunar por primera vez en la historia. Collins se quedaba dentro del módulo lunar mientras Neil Armstrong fue el primero y quien pronunció la frase que ya es historia de los grandes acontecimientos de la ciencia y el progreso: "Un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad". Lo cierto es que más que un paso fue más bien un salto debido a la gravedad de la Luna, diferente a la de nuestro planeta.

El tiempo que permanecen en la superficie de la Luna es de 21 horas y 36 minutos, de las cuales estuvieron 2 horas y 31 minutos en la misión extravehicular, fuera del módulo del Apolo, recogiendo muestras y recorriendo el suelo lunar.

LA COMUNIÓN DE ALDRIN

Una de las curiosidades que rodean la misión es la cuestión religiosa. La NASA había instruido a los astronautas de que no hicieran comentarios religiosos durante el evento (que estaba siendo retransmitido a nivel mundial) porque no querían ofender a nadie.

Pero "Buzz" Aldrin, presbiteriano, no estuvo de acuerdo y pidió permiso a su iglesia para administrarse la comunión al alunizar. Aldrin llevó un pequeño kit con la sagrada forma y un poco de vino y comulgó con ellos después de aterrizar en el satélite y de decir unas palabras. Desde entonces, es la primera y única persona en celebrar un acto religioso y consumido vino en la Luna.

Durante más de 12 años fue el acontecimiento mundial que ostentaba el récord de audiencia. Se calcula que vieron el alunizaje y siguieron la misión más de 600 millones de personas. Pero como nada es eterno, el récord de audiencia le fue arrebatado por un acontecimiento social: La celebración de la boda entre el príncipe de Gales, Carlos de Inglaterra, y Diana Spencer, más conocida después como Lady Di y que convocó a más de 750 millones de personas frente al televisor.

A lo largo de los sucesivos años, sobre todo en la década de los setenta, abundaban las teorías que aseguraban que las misiones Apolo habían sido un fraude y que jamás se había aterrizado en la Luna. Estas teorías se producían en el marco de la "Guerra Fría" entre Estados Unidos y la antigua Unión Soviética. Fotografías en las que no aparecían estrellas, la posición rígida de la bandera... Las teorías sobre la falsedad del evento rondaban por los mentideros, de manera interesada, muchas veces desde la propia URSS, o fruto del escepticismo de muchos.

Ya en el comienzo del siglo XXI se despejan las incógnitas para quien las mantuviera. Lo cierto es que cualquier duda al respecto se resolvió de manera indiscutible cuando la Sonda Espacial Reconnaissance Orbiter toma fotografías en alta resolución de los lugares donde alunizaron las diferentes misiones Apolo.

CINCO BANDERAS

En las instantáneas tomadas por la sonda espacial se observan perfectamente restos de los módulos lunares y las huellas dejadas por los astronautas en sus paseos lunares. En 2012 esas fotografías mostraban incluso cinco banderas estadounidenses, aunque precisamente la bandera plantada por el Apolo XI ya no ondea. Los astronautas la colocaron demasiado cerca del módulo lunar y éste la tiró al suelo cuando sus motores se encendieron para partir rumbo a la Tierra.

Cinco banderas se mantienen en pie aunque el frío y la radiación con el paso de los años las ha desteñido y hecho desaparecer las barras y estrellas, convirtiéndolas en banderas blancas, símbolo quizá de que la Luna no es posesión de nadie y sí de toda la humanidad.

A día de hoy, los tres tripulantes del Apolo XI son de sobra conocidos, pero antes de la misión no podían permitirse un seguro de vida que asegurara la hazaña que iban a emprender. Por si las cosas no salían bien y fallecían en el intento, los tres astronautas firmaron miles de autógrafos antes del despegue con la intención de que se subastaran si fallecían y el dinero sirviera para ayudar a sus familias. Sabían que harían historia de una u otra forma. Afortunadamente la misión se desarrolló sin incidentes y volvieron a casa sanos y salvos y habiendo repartido autógrafos a miles.

Lo cierto es que el resultado y el éxito de la misión eran una incógnita, incluso para la NASA, porque existían cuestiones que eran difíciles de disipar. Los científicos desconocían las dificultades que podían encontrarse los astronautas al desplazarse sobre la superficie con menor gravedad que la terrestre y no sabían que efectos psicológicos, si los hubiera, podría ocasionar el evento. Además existía la posibilidad de que los astronautas regresaran portando algún tipo de contaminación, por lo que pusieron especial atención en cumplir una estricta cuarentena a su regreso.

PESTILENTE OLOR

Otras de las curiosidades del viaje es el "pestilente" olor que describieron los astronautas cuando se quitaron el casco en el módulo, después de haber pisado y caminado por la Luna. Al parecer, el polvo lunar que traían en sus botas y trajes despedía un intenso olor muy desagradable que según aseguraron era similar a la pólvora, aunque el origen del olor sigue siendo un misterio, se cree que pudo deberse a una reacción que se activó al entrar en contacto con el aire de la cápsula y que terminó disipándose.

La misión concluye 195 horas y 18 minutos más tarde de haber despegado de Cabo Cañaveral (Florida) y ameriza perfectamente el 24 de julio en aguas del Océano Pacífico.

Armstrong, Collins y Aldrin fueron los primeros, los grandes héroes y los representantes del esfuerzo tecnológico y de las conquistas del hombre desde el comienzo de la humanidad, pero no los únicos en pisar la superficie lunar. Abrieron el camino a una época en la que durante tres años se sucedieron las misiones Apolo a la Luna y que finalizaron en 1972. Desde entonces ningún ser humano ha vuelto al satélite.

En total han sido doce hombres los que han pisado la Luna en sucesivas misiones Apolo. Todos ellos estadounidenses. La famosa frase: "Houston tenemos un problema" pertenece a la misión efectuada por el Apolo XIII. Cuando llevaban menos de una hora de vuelo los astronautas de la nave detectaron un problema de presión en uno de los tanques de oxígeno.

Esta misión no logró su objetivo de alunizar pero lograron regresar al límite de sus reservas de electricidad y oxígeno, pero vivos. Del Apolo XIV es la famosa escena en la que A. Shepard protagoniza la escena del golf lunar y el primero en jugar al golf en ella. Con la misión del Apolo XVII en 1972 se puso fin al periplo del hombre en la Luna. Desde entonces el hombre no ha regresado.