La elaboración de un mapa tridimensional de más de un millón de galaxias ha permitido descartar algunas teorías que abogan por modificar la teoría general de la relatividad, al "mostrar" que la materia oscura sigue siendo la candidata más viable para la formación de estructura del Universo.

El mapa ha sido elaborado por un equipo internacional de científicos del proyecto Sloan Digital Sky sSrvey III (SDSS-III), en español Cartografiado Digital del Cielo Sloan, que fue publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.

De ese equipo forman parte Marcos Pellejero Ibáñez y José Alberto Rubiño, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) entre otros, así como miembros del Instituto de Ciencias del Cosmos de la Universidad de Barcelona (ICCUB) y del Instituto de Física Teórica (UAM-CSIC).

Marcos Pellejero explicó a Efe que en ese mapa se observa que las galaxias se mueven y "caen" en las regiones de mayor densidad de gravedad, lo que concuerda con la teoría de la relatividad general y contradice algunas teorías que apuntan a su modificación. Estos resultados apoyan la hipótesis de que la expansión acelerada del Universo es impulsada por un fenómeno como la energía oscura a las más grandes escalas cósmicas. Para llevar a cabo el mapa se ha utilizado el programa Baryon Oscillation Spectroscopic Survey (BOSS), que también ha ayudado a medir la velocidad de expansión del Universo a partir de las oscilaciones acústicas bariónicas, que son unas ondas de presión que viajaban por el universo temprano (antes de los 380.000 años de edad) a través de la materia, indicó el IAC. Marcos Pellejero señaló que la velocidad de expansión del Universo se medía hasta ahora por la velocidad a la que las supernovas se alejan de la Vía Láctea, que es un sistema, por ahora, menos preciso. Con el satélite Planck se logró una gran precisión al medir el tamaño de la oscilaciones acústicas en un momento en el que la materia y la luz de desligaron y formaron el fondo cósmico de microondas, que es una radicación que está "prácticamente" intacta y permite estudiar las pequeñas variaciones en la densidad de la materia del Universo en su épocas más primitivas.