Un grupo de investigación internacional liderado por la Universidad de Oviedo ha descubierto un sistema de división celular en bacterias inédito hasta la fecha que abre vías para la búsqueda de nuevos fármacos antimicrobianos.

El hallazgo es fruto del trabajo iniciado en 2012 por un grupo de investigación que participa en un proyecto europeo que busca caracterizar la diferenciación de Streptomyces, una bacteria no patógena que vive en el suelo y a la que se conoce coloquialmente como la bacteria de los antibióticos, y estudiar su relación con la producción de compuestos bioactivos.

Dos tercios de todos los antibióticos de interés en biomedicina tienen su origen en cepas de Streptomyces, una bacteria produce también otros compuestos bioactivos de interés en biomedicina como antitumorales, antifúngicos o inmunosupresores.

El trabajo publicado ahora en Nature Communications ha sido posible gracias a la aplicación de técnicas de última generación de microscopía de fluorescencia y microscopía electrónica.

Según el profesor Ángel Manteca, del Departamento de Biología Funcional de la Universidad de Oviedo, dicha técnica ha permitido identificar la existencia de un sistema de división celular inédito durante las fases vegetativas -no productoras de compuestos bioactivos- consistente en la formación de tabiques extremadamente finos, compuestos por membranas sin paredes celulares.

Manteca incide que la división celular es el proceso por el que las bacterias se replican e implica la formación de tabiques con membranas celulares asociadas a paredes gruesas que separan las células hijas.

"Nuestro hallazgo demuestra la existencia de un mecanismo de división celular que ha pasado inadvertido para la ciencia, en el que se forman tabiques basados en membranas sin pared", afirma.

Desde el punto de vista aplicado la caracterización de esta división celular puede contribuir a entender y mejorar el control del crecimiento bacteriano y ayudar a mejorar la búsqueda de nuevos compuestos bioactivos, "que han permanecido inaccesibles para la industria farmacéutica hasta ahora", según Manteca.

El trabajo ha sido financiado por un proyecto Starting Grant de la convocatoria IDEAS del European Research Council y es fruto de la colaboración las universidades holandesas de Leiden y Maastricht (Holanda) y la de Dinamarca Sur.