España ha sufrido 933 incendios forestales en los primeros siete meses del año, con 16.417 hectáreas quemadas, una de las cifras más bajas de la última década, pero que no incluye las más de 10.000 hectáreas ardidas estos días en Galicia y la isla de La Palma.

Según la última estadística del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, la superficie afectada por las llamas del 1 de enero al 31 de julio pasados es muy inferior a la media en el periodo 2006-2016, con 55.836 hectáreas. Especialmente grave fue 2012, en el que las llamas calcinaron 150.148 hectáreas. En Galicia, la media de la superficie afectada en el último decenio se eleva a 22.600 hectáreas, frente a las 8.800 que ya se han quemado en lo que va de verano -6.000 de las cuales han ardido en los últimos tres días y medio-. El presidente de la Xunta, Albero Núñez Feijóo, ha ligado la alta cifra de incendios de los últimos días (193 fuegos) a la alta actividad incendiaria y a las complicadas situaciones meteorológicas. En La Palma, el cómputo global de superficie perdida asciende a casi 5.000 hectáreas y continúan los trabajos de extinción del incendio, actualmente en fase de estabilizado, pero no controlado después de nueve días.

El presunto autor del incendio en la isla canaria, que ha costado la vida a un agente forestal, es un joven alemán -ya en prisión-, que quemó un papel higiénico que acababa de utilizar en una zona de abundante vegetación seca. En 2015, según la estadística por comunidades autónomas del Ministerio que dirige Isabel García Tejerina, Galicia es la que un mayor número de siniestros registra, incluidos los conatos (menos de una hectárea), lo que representa casi un tercio del conjunto nacional. Hay que tener en cuenta que de las 2.957.447 hectáreas de superficie total de Galicia, 2.030.681 corresponden a uso forestal, lo que supone un 69 % de su territorio.

Los 933 incendios registrados a nivel nacional de enero a julio de 2016 están lejos de los 2.213 en el mismo periodo de 2015 y de la media, con 2.884. En cuanto a los grandes incendios (GIF, mayores de 500 hectáreas), la estadística cerró julio de 2016 con cinco, la mitad que la media (10). Las zonas más afectadas hasta finales de julio se ubicaban en las comunidades interiores (Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid, Extremadura, Aragón, La Rioja y Navarra), que acumulaban el 36,18 % de siniestros, seguidas por las del noroeste y la cornisa cantábrica (Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y las provincias de León y Zamora), con el 33,43%.