Los fabricantes de iluminación afrontan la prohibición europea de comercializar focos halógenos desde el 1 de septiembre con la vista puesta en el desarrollo de tecnologías más eficientes, sobre todo el LED, que ya supone más del 50% de las ventas.

El presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Iluminación (Anfalum), Alfredo Berges, explica a Efe que la medida afecta solo a las lámparas halógenas de algunos focos -habitualmente los que se usan en tiendas-, no a los que se instalan en viviendas, que podrán seguir vendiéndose hasta 2018.

Según Anfalum, actualmente las lámparas halógenas representan menos del 10% de las ventas del mercado de iluminación, tras la "transición emprendida desde 2010 hacia productos más eficientes", primero con las bombillas de bajo consumo y más recientemente con el despegue de los LED.

Esta tecnología ya supone más del 50% de la facturación del sector en España, que el año pasado superó los 1.280 millones de euros.

Con esta situación, la industria vive con "tranquilidad" la prohibición y prevé una correcta eliminación de estos dispositivos en los plazos previstos por Europa.