Las diferencias sociales y económicas explican que unos menores practiquen más deporte que otros y, dentro de esta diferencia, destaca el hecho de que cuanto menor es la renta de los padres menos deporte practican las niñas. A la hora de que los menores practiquen deporte, son los ingresos familiares y la formación del cabeza de familia los factores con más peso, según un estudio dirigido por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y en el que participa la Universidad Newcastle (Reino Unido).

Con datos de la Encuesta Nacional de Salud correspondientes a los ejercicios 2011 y 2012, los investigadores han analizado los hábitos de los menores de entre 4 y 14 años (2.460 niños y 2.219 niñas) mediante entrevistas a sus padres. Y las conclusiones son que las niñas son más inactivas que los niños, siendo un 24,2 % las que no hacen ningún deporte frente al 16,8 % de los chicos, sin contar las clases escolares de educación física.

"Hay más diferencias en el comportamiento de las niñas que en el de los niños en función de la renta que tengan sus padres", explica la profesora del departamento de Economía Aplicada VI de la UCM y autora principal del estudio, publicado en International Journal for Equity in Health, Rosa M. Urbanos.

Mayores ingresos favorecen que los menores puedan apuntarse a centros deportivos o a actividades extraescolares donde hagan ejercicio, apunta.

En el caso de los chicos, a menor educación del cabeza de familia menos actividad física practican los menores. Tener un padre o una madre con estudios universitarios disminuye la probabilidad de ser un niño inactivo, dado que suelen ser más conscientes de los beneficios del deporte en la salud de sus hijos.