Frente a la mayor catástrofe humanitaria desde la II Guerra Mundial, el politólogo francés Sami Naïr propone crear un "pasaporte de tránsito" para los refugiados, al tiempo que alerta a la Unión Europea (UE) de que tiene que escoger entre dos caminos, "el de la barbarie o el de la civilización".

"¿Qué quiere la Unión Europea en esta situación, qué quiere exactamente? No se da cuenta de que lo que está pasando con los refugiados es el caldo de cultivo de lo peor, de ahí pueden salir monstruos, de ahí puede salir gente que quiere destrozar todo", afirma Naïr en una entrevista con Efe a raíz de la publicación hoy de su libro "Refugiados" por la editorial Crítica. Una obra en la que este exeurodiputado, filósofo, sociólogo y catedrático, especialista en movimientos migratorios y creador del concepto de codesarrollo, propone medidas alternativas tanto para los refugiados -con ese "pasaporte de tránsito"- como para los emigrantes económicos -gestión europea concertada-.

Y es que no se trata solo de resolver un problema coyuntural sino que estamos, dice, en "una situación en la que tenemos que tomar conciencia de que se trata de un problema de civilización, no solamente de moral, de saber qué civilización queremos".

Europa puede incentivar un sistema de circulación organizada dentro del espacio europeo para peticionarios de asilo, para lo cual sugiere ese "pasaporte de tránsito" para los refugiados que les permita la posibilidad de buscar un país que les acepte en vez de dejarles "ahogados en un territorio sin solución ni destino".

El respeto a la "dignidad de los seres humanos a elegir su vida es algo que, recuerda, está contemplado en la Convención de Ginebra relativa a la protección de civiles en tiempos de guerra y en la Carta Internacional de Derechos Humanos de la ONU.

Paralelamente, según Naïr, Bruselas puede poner en marcha una gran política de ayuda económica a los países fronterizos de las zonas en guerra para estabilizar a las poblaciones y ejercer una presión política sobre los actores de los conflictos en Oriente Medio, así como exigir más ayuda y compromiso a EEUU, principal responsable, junto con el Reino Unido, en la desestabilización de la región y, por tanto, asegura, en la crisis de los refugiados.

Una crisis que Naïr mantiene que la UE está en condiciones de solucionar, pues un club con 513 millones de habitantes puede "absorber" sin problemas. "¿Qué significa 4 o 5 millones de refugiados sirios, afganos, eritreos e iraquíes circulando en una población de más de 500 millones de europeos? ¡Absolutamente nada!", recalca este intelectual francés.

A día de hoy, Europa ha recibido solo el 0,7 por ciento de los refugiados, frente al 12 que ha recibido Turquía, por ejemplo. Para Naïr es fundamental trasladar la "verdad" a la opinión pública europea y divulgar los informes de organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Organización Mundial del Comercio, y entidades financieras que están de acuerdo en que los flujos migratorios, sobre todo de Siria e Irak, contribuyen positivamente a las economías de los países que les acogen. "Además, no conozco ningún ejemplo de inmigración que no se haya integrado en el país de acogida después de una, dos, tres o cuatro generaciones", dice. Consciente "del temor ante lo extranjero", piensa que en la actual "tragedia" de los refugiados se mezclan desde la crisis económica hasta los movimientos xenófobos y antisistema que se nutren de esta situación y del debilitamiento de los partidos tradicionales, que puede tener consecuencas dramáticas.