El verano que acaba ha sido entre muy cálido y extremadamente cálido respecto a la media de los últimos 30 años en Canarias, donde las temperaturas fueron en torno a un grado más altas de lo normal, como colofón de un año en que ha habido "un déficit hídrico importante" en las islas.

Las temperaturas de hasta 44 grados que se registraron en agosto en Gran Canaria y que fueron las más altas del año y el aumento de las noches tropicales de 25 grados hasta el doble que en 2015 son algunas características de un verano que comenzó con un junio "claramente más cálido de lo normal", según ha expuesto hoy el delegado de la Agencia de Meteorología en Canarias, Jesús Agüera.

Con un julio que fue "entre muy cálido y extremadamente cálido", un agosto en el que también se dieron temperaturas por encima de la media de los valores habituales entre 1981 y 2010, que se usan como referencia, y una primera mitad de septiembre que tampoco ha sido mucho más fresca, este verano ha venido a confirmar, según ha destacado, la tendencia al incremento del calor de los últimos años.

Esa "tendencia al alza de las temperaturas", ha resaltado, ha determinado incluso que "las estaciones ya no estén tan marcadas" como en otras épocas.

Hasta el punto de que también para el próximo otoño, que comenzará oficialmente mañana por la tarde, "los modelos disponibles dicen que las temperaturas van a tener valores más altos de lo normal", ha anticipado Jesús Agüera.

Como responsable de la Agencia Estatal de Meteorología en el archipiélago y en una rueda de prensa convocada para hacer balance del tiempo en la estación que ahora termina, este ha detallado que, pese al aumento del calor, los episodios de llegada de calima abundante procedente del continente africano han sido limitados en verano, de un día por mes, como media.

Lo que sí ha sido es un periodo "bastante seco, en el que ha llovido menos de lo normal", ha añadido.

No obstante, ha explicado que ese descenso de las precipitaciones, que tampoco suelen ser muy significativas en la época estival en las islas, se inscribe en un contexto en el que "el régimen hídrico, obviamente, está cambiando algo", porque las lluvias se vienen reduciendo desde tiempo atrás.

De hecho, en el cómputo de la última temporada de lluvias, comprendida desde octubre de 2015 hasta septiembre de 2016, el volumen de las precipitaciones caídas en Canarias "no llega al 75 % de lo normal", ha precisado Agüera, quien, sin embargo, ha opinado que un dato así, "en principio, no sería preocupante", porque la situación pluviométrica es más variable que la de las temperaturas.