La Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) respalda un informe que alerta de la necesidad de modificar la política de ordenación farmacéutica en España, por el descenso demográfico de la población, y por ello plantea a las comunidades autónomas que fije límites de población más elevados a la hora de abrir nuevos establecimientos.

El trabajo, elaborado por la asociación empresarial de farmacéuticos de Canarias (FEFARCAN), plantea cómo, según las previsiones del Instituto Nacional de Estadística (INE), la población española pasará de los actuales 45,9 millones en 2016 a 44,9 millones en 2020 con una pérdida de más de 1 millones de habitantes.

Teniendo en cuenta estos datos, el número de habitantes por farmacia, que actualmente se sitúa en 2.106,7, pasará a ser de 2.047,1 habitantes por farmacia en caso de que no se abrieran nuevas farmacias. Por ello, entienden que cada comunidad autónoma debe valorar el descenso previsible de su población antes de convocar nuevos concursos de apertura y modificar su propia ley para imponer un módulo superior a los actuales 2.000 habitantes, que es la cifra más habitual con las excepciones del País Vasco y Cataluña, que para zonas de montaña lo elevan a 2.500.

En ese sentido, también propone que, para evitar el aumento de subvenciones o los cierres de farmacias a causa de la despoblación, sería necesario regular la apertura de botiquines atendidos por farmacéuticos y dependientes de farmacias de poblaciones cercanas.