Las vitaminas son muy importantes para mantener una dieta saludable. Se trata de sustancias orgánicas complejas esenciales, que deben estar en las dietas en pequeñas cantidades, y por eso son tan importantes para la alimentación. Hay 13 compuestos, que son sustancias lábiles que se pueden alterar de forma sencilla debido a cambios de temperatura, PH, o almacenes prolongados.

Las vitaminas son esenciales para nuestro metabolismo, puesto que actúan en los sistemas enzimáticos para poder metabolizar las proteínas, las grasas, y los hidratos de carbono. Además, también son tienen un papel clave en el crecimiento y el desarrollo, y participan en la construcción de células, tejidos y órganos. Deben suministrarse a través de la alimentación, puesto que el cuerpo humano no las puede sintetizar. La vitamina D, por ejemplo, puede formarse con la exposición al sol, mientras que las vitaminas K, B1, B12 y el ácido fólico, se forman en la flora intestinal.

Hemos hablado con los expertos en vitaminas de Mundo Asistencial, y nos han explicado la clasificación de las vitaminas y lo que debemos saber sobre ellas. De esta forma, existen dos tipos de vitaminas en función de su solubilidad:

  1. Las vitaminas liposolubles: son las que se disuelven en grasas y aceites, como la vitamina A o retinina, la vitamina D o calciferol, la vitamina E o tocoferol y la vitamina K.
  2. Las vitaminas hidrosolubles: son las que se disuelven en agua. Aquí tenemos al grupo B, que serían las vitaminas B1, B2, B3, B5, B6 y B12, el ácido fólico y la Biotina, y también entraría en este grupo la vitamina C.

Por otra parte, también es importante conocer cuáles son las principales características de las vitaminas:

  • Funciones importantes en el organismo: las vitaminas del grupo B, por ejemplo, son activadoras de reacciones bioquímicas, y colaboran en la formación del colágeno, que está incluido en los tejidos orgánicos como la piel, los ligamentos, los huesos y los vasos sanguíneos (vitamina C), y, además, las vitaminas A, B, C, E y D protegen el sistema inmunológico.
  • En el caso de las vitaminas liposolubles, la deficiencia, la ausencia de ellas o su exceso, pueden producir enfermedades graves.
  • Deficiencias vitamínicas: cuando no se ingieren suficientes vitaminas. En este caso, suele haber deficiencias secundarias al consumo de tabaco y de alcohol, así como al consumo de medicamentos que interfieren en la absorción de los intestinos de las vitaminas, como es el caso de un gran uso de antibióticos, que puede acabar con la flora intestinal que produce la vitamina K. Además, también hay varias enfermedades intestinales crónicas que pueden hacer que sea complicada la absorción de vitaminas.
  • Sobredosis de vitaminas: es raro que esto se dé con el consumo de alimentos, pero sí que puede suceder en el caso de consumir complementos vitamínicos. Se dan con más frecuencia con las vitaminas liposolubles, puesto que las hidrosolubles se pueden eliminar de forma más sencilla por la orina.

Además, es muy importante conservar el valor vitamínico de los alimentos, y, para ello, debemos de tener en cuenta algunas consideraciones en nuestra alimentación:

  • Frutas y verduras: deben estará frescas en las ensaladas.
  • Comida congelada: hay que saber que los alimentos congelados conservan bien las vitaminas, puesto que se recolectan al estar más frescos, y se almacenan en temperaturas bajas, por lo que, en este caso, se conservan los nutrientes de los alimentos.
  • Almacenar la comida de la forma más adecuada para no perder sus nutrientes: en este caso, lo mejor es almacenar los alimentos en un lugar frío y oscuro, puesto que las vitaminas suelen degradarse más rápidamente en el caso de estar en altas temperaturas. Además, en el caso de las vitaminas C y B2, son muy sensibles a la luz.
  • Utilizar poca agua al cocinar al vapor, horno o microondas las verduras: debes saber, que, al cocer las verduras con mucha agua, las vitaminas se pierden.

Es muy complicado para la mayoría de la gente comer una dieta nutritiva en cada comida a diario. Por eso, necesitamos la ayuda de los suplementos de vitaminas y minerales, y, además, en algunos casos, una inyección de vitaminas y minerales puede ayudar a lidiar con determinados problemas de salud. De esta forma, los suplementos pueden aportar una forma sencilla, segura y económica para asegurar que nuestro cuerpo está recibiendo las vitaminas y minerales que necesita para tener buena salud. Hay que tener en cuenta, que las vitaminas no sustituyen a la comida, ya que no tienen calorías ni aportan energía de forma directa. Sin embargo, nuestro cuerpo necesita unos suministros estables de vitaminas, sobre todo de las del grupo B, para poder convertir los alimentos en energía.

Por otro lado, en función de cada persona y su estilo de vida, necesitará una cantidad u otra de cada vitamina. Esta cantidad depende de la salud de cada persona, sus antecedentes familiares médicos, la edad, el sexo, y muchos otros factores. Para muchas personas, es posible obtener las ingestas diarias que están recomendadas de vitaminas y minerales simplemente llevando una dieta razonable y equilibrada, que incluye muchos granos enteros, frutas, y verduras frescas. Sin embargo, muchas veces llevar esta dieta no es nada sencillo. Por eso en algunos casos se aconseja tomar suplementos vitamínicos.

Como puedes ver, las vitaminas tienen mucha importancia a la hora de llevar una vida saludable y sana. Incluirlas en nuestro organismo es clave para tener una buena salud. Por eso, es importante conocer los diferentes tipos de vitaminas, en qué alimentos encontrarlas, y cómo consumirlas, así como las consecuencias que puede tener la falta de vitaminas o el exceso de las mismas.