La corrupción ha formado parte de la política española durante el último siglo y medio, según el estudio "La España Corrupta. De la Restauración a nuestros días, 1875-2016", del historiador Jaume Muñoz Jofre, discípulo de Paul Preston. En el prólogo del estudio, Paul Preston, en consonancia con las conclusiones de la investigación, afirma que en España "la corrupción ha formado parte del sistema de forma persistente" durante ese periodo de casi un siglo y medio, y añade que hasta ahora no se ha publicado un estudio de estas características sobre un periodo tan largo.

De la etapa de la Restauración existía ya una abundante literatura académica sobre el asunto, pero no sobre la Segunda República (1931-1936), que supuso "un cambio radical respecto a las prácticas políticas que la precedían", en palabras de Preston, quien recuerda cómo Alejandro Lerroux, pese al importante respaldo electoral que tuvo, no fue nombrado presidente del Gobierno en octubre de 1931 "debido a su justificada fama de corrupto". El presidente de la República Niceto Alcalá Zamora creía a Lerroux "el hombre inmoral por excelencia", según escribió en sus memorias el socialista Largo Caballero. Los escándalos de corrupción del Partido Radical de Lerroux fueron también los que en 1935 provocaron la caída del Gobierno.

La dictadura franquista supuso una "involución" porque "la corrupción era la manera que tenía Franco de controlar a sus allegados y perpetuarse en el poder", y el régimen, "pese a su hipócrita retórica contra los criminales económicos, institucionalizó el pillaje". Como ejemplo de la naturaleza del sistema, en un medio socioeconómico en el que imperaba la miseria de la posguerra, Preston señala el estraperlo, y asegura que el capítulo dedicado a la dictadura por Muñoz Jofre "ayuda a desmitificar la imagen de pulcritud que Franco intentó ofrecer de sí mismo". Las cacerías que tanto le gustaban "fueron un centro de comercialización de favores y contratos gubernamentales", pese a lo cual "ha perdurado la imagen de Franco como un dirigente honesto y austero". El hispanista cita el estudio de Ángel Viñas que sostiene que Franco acumuló una fortuna equivalente a 388 millones de euros de 2010, además de regalos de medallas de oro, fincas y automóviles de lujo, y llegó a obtener siete millones y medio de pesetas por venta de café por estraperlo.