La ministra de Sanidad, Servicios e Igualdad, Dolors Montserrat, aseguró ayer que la futura normativa para frenar el consumo de alcohol en menores "no será intervencionista" ni "una ley de multas", sino de "sensibilización y prevención", y abogó por trasladar este tema "a las aulas". Dos meses después de tomar posesión de su cargo, Montserrat detalló, en una entrevista con Efe, sus propuestas para esta legislatura, entre las que destaca la aprobación de esa ley, que está convencida de que saldrá adelante "con consenso".

Esta norma se gestará en el seno de la Comisión Mixta Congreso-Senado para el Consumo de las Drogas, que empezará sus trabajos en enero con el cometido de elaborar un informe previo a la redacción del anteproyecto de ley.

La ministra insistió en que no será una ley punitiva, aunque podría contemplar sanciones para padres a cuyos hijos "se les haya pillado cinco o equis veces" bebiendo alcohol en la vía pública y no les hayan llevado a los cursos de sensibilización.

Y será la Comisión Mixta la que determine si se tienen que modificar las sanciones previstas en la Ley de Seguridad Ciudadana. En su opinión, esta ley debe contar con el apoyo de la industria del alcohol.