Un mal control de la diabetes, enfermedad que padece un 13,8 por ciento de la población española, facilita la aparición de infecciones orales y puede provocar incluso la caída de piezas dentarias.

La enfermedad periodontal está muy relacionada con la diabetes, ya que contribuye a la aceleración de la enfermedad cadiovascular al producir sustancias inflamatorias que aceleran el envejecimiento de las arterias, ha señalado el doctor Francisco Javier Ena, coordinador del Grupo de Diabetes y Obesidad de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).

Ena, que participa en la XI Reunión de Diabetes y Obesidad de la SEMI que reúne en Torremolinos (Málaga) a 750 profesionales de toda España, ha explicado que las complicaciones asociadas a la diabetes son múltiples.

Así, un mal control de la diabetes a lo largo del tiempo -durante unos 10 o 15 años- puede derivar en complicaciones microvasculares que afectan a los vasos sanguíneos pequeños.

Un ejemplo se encuentra en la retina, donde puede provocar trastornos en la visión por hemorragias retinianas, y además puede afectar a los vasos del riñón o a los encargados de nutrir a los nervios, de manera que puede conducir a la insuficiencia renal y a la diálisis.

Por su parte, la diabetes también afecta a los vasos sanguíneos de gran tamaño, como las arterias coronarias, y es causa de infarto agudo de miocardio y de trombosis cerebral.

Otro de los efectos que se producen a causa de la diabetes es la hipoglucemia -bajos niveles de glucosa en sangre-, principalmente en personas que cuentan con una larga evolución de la enfermedad y que recurren a tratamientos con múltiples dosis de insulina.

Cuando esta se produce, aparecen síntomas como malestar general, sensación de mareo, disminución del nivel de conciencia e, incluso el coma hipoglucémico o palpitaciones producidas por la producción de adrenalina por parte del organismo, ha comentado.

Según los datos del Estudio Di@betes, unos 4,6 millones de personas en España son diabéticas, de las cuales la mitad desconocen que padecen esta enfermedad, lo que agrava el control de la misma.

El especialista ha indicado que una dieta adecuada influye de forma positiva en la diabetes y en las enfermedades cardiovasculares gracias a los beneficios alimenticios que aporta.

La dieta mediterránea basada en el aceite de oliva, productos naturales, frutas y verduras y pescado, evitando la repostería y los azúcares refinados, consigue reducir en un 60 por ciento el riesgo de enfermedades cardiovasculares, además de otras como el cáncer de mama en un 30 por ciento, ha apuntado.