Las prácticas fisioterapéuticas en un ambiente acuático permiten que los afectados por enfermedades raras mejoren su condición músculo-esquelética y su capacidad respiratoria, explicó ayer Fabián Morales, fisioterapeuta de la Asociación de Enfermedades Neuromusculares de Canarias (ASENECAN), durante la charla que impartió en el Centro Sociosanitario de Fátima, en Las Palmas de Gran Canaria.

"El agua es un medio idóneo para tratar los problemas de movilidad ya que las propiedades hidromecánicas facilitan los movimientos gracias a la flotación", explicó Morales. "A los pacientes les cuesta menos realizar movimientos por la sensación de ingravidez que tienen dentro de la piscina, por lo que sus músculos se relajan y, además, la viscosidad del agua proporciona un estímulo sensorial muy global que resulta muy beneficioso para los afectados", agregó.

En este sentido indicó que la terapia acuática es beneficiosa principalmente en las enfermedades raras de origen neurológico y pulmonar, ya que se puede realizar terapia respiratoria también dentro del agua. "Los beneficios terapéuticos, no solo a nivel físico sino neurológicos, son enormes", subrayó, poniendo de ejemplo el drenaje de edemas gracias a la presión hidrostática del agua.

A nivel fisioterapéutico en el agua existe un gran número de técnicas o métodos que se han ido desarrollando a lo largo del los últimos años con estrategias y objetivos específicos, que permiten a los fisioterapeutas gran variedad de herramientas para adaptar a las necesidades de cada uno de los pacientes.

Morales explicó algunas intervenciones como la del Concepto Halliwick (originalmente desarrollado para enseñar a pacientes con discapacidad física a nadar y a ser independientes en el agua), el Método de los Anillos de Bad Ragaz (una técnica que busca reproducir una serie de movimientos funcionales en espiral y en diagonal mediante estímulos verbales, visuales y táctiles, pero adaptada al entorno acuático) o el Método de Clinical Ai Chi (que utiliza técnicas de respiración y resistencia progresiva bajo el agua para relajar y fortalecer el cuerpo y se basa en conocimientos del Chu kung y el Taichí).

Este año el lema de la campaña por el Día Mundial de las Enfermedades Raras es "La investigación, nuestra esperanza", y está orientada a recaudar fondos para que estas investigaciones posibiliten un diagnóstico temprano de las enfermedades y tratamientos efectivos para las mismas. Desde el sector profesional se aboga por que estos fondos se distribuyan de forma paralela a la investigación y desarrollo de terapias, y a obtener evidencias científicas que mejoren la calidad de vida de los pacientes.