España es uno de los países de la UE con un menor porcentaje de mujeres de entre 25 y 49 años que ni trabajan ni buscan un empleo, después de que se haya reducido del 26 % al 16 % de la población en los últimos diez años.

Según el informe Focus on Spanish Society, editado por la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas), la tasa media de mujeres en esa franja de edad que no están clasificadas como ocupadas ni como desempleadas en los 28 estados de la UE se redujo del 22 % en 2006 al 20 % en 2016.

Por lo tanto, el dato de inactividad femenina sitúa a España entre los países con menor proporción de mujeres de entre 25 y 49 años que no forman parte de la población activa, con un 16 % que, no obstante, es más del doble que la tasa masculina (7 %).

Así, España se sitúa en cuanto a inactividad femenina a la par que Dinamarca (16 %) y sólo por detrás de Portugal (11 %), Suecia (11 %) y Austria (14 %).

En el otro extremo, añade el estudio, se sitúan Italia, Rumanía e Irlanda, con porcentajes de entre el 25 % y el 33 %.

Funcas resalta que la evolución de este indicador en España es "llamativa", teniendo en cuenta que en 2006 era el cuarto país con la mayor tasa de inactividad entre las mujeres de 25 a 49 años (26 %), sólo tras Italia (35 %), Irlanda (28 %) y Grecia (27 %).

En cuanto a las características de este segmento de la población, el estudio señala que, salvo las griegas, las mujeres económicamente inactivas del sur de Europa presentan, por regla general, un bajo nivel educativo.

En España, casi la mitad de las mujeres inactivas del citado rango de edad "ha completado, como máximo, la educación secundaria inferior".

La correlación entre inactividad y nivel educativo que también se registra en Portugal e Italia, donde el 61 % y 40 % de las mujeres inactivas, respectivamente, no han superado la educación secundaria superior, mientras que la media europea se sitúa en el 36 %.

Aunque la tasa de inactividad de las mujeres españolas con un menor nivel educativo se ha reducido quince puntos en los últimos diez años, hasta situarse en el 25 %, es aún muy superior a la de aquellas que tienen formación universitaria, revela el estudio utilizando datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).