La región de la Macaronesia se ha unido en un proyecto, "Mimar", liderado por Canarias y financiado por la Unión Europea, con el objetivo controlar y mitigar las perturbaciones que generan en el medio marino la actividad humana y el cambio climático.

Según informó la viceconsejera de Medio Ambiente del Gobierno canario, Blanca Pérez, se trata de una acción a desarrollar en los próximos cuatro años y cuenta con un presupuesto de 1,8 millones de euros, a los que se podrán sumar fondos del Feder para el cambio climático.

El proyecto lo coordina la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno canario y en él cooperan la Dirección General de Pesca de la comunidad autónoma, así como las de Cabo Verde, Madeira, Senegal y Azores, e intervienen las dos universidades públicas canarias, el Instituto Tecnológico de Canarias, la sociedad Gestión del Medio Rural de Canarias y el Banco Español de Algas.

El calentamiento de aguas superficiales promueve la aparición de algas y microorganismos

La viceconsejera subrayó que existen estudios científicos que demuestran que el calentamiento global está repercutiendo en la proliferación de especies tropicales marinas en la zona de la Macaronesia.

Además, el cambio de temperatura que se está produciendo en las aguas superficiales está promoviendo la aparición de algas y microorganismos que están modificando este ecosistema, y que ya está afectando a sebadales, sobre todo en Las Palmas, Lanzarote y Fuerteventura. Así mismo, se están detectando, por los cambios de temperaturas, determinadas especies exóticas que no se reproducen habitualmente en Canarias.

Con el proyecto "Mimar" se pretende definir protocolos para combatir estas repercusiones sobre el medio marino en toda la Macaronesia.