Un año después de la firma del acuerdo entre la Unión Europea y Turquía sobre refugiados, varias ONG siguen alertando de las consecuencias para la seguridad y la vida de miles de personas cuando buscan nuevas rutas de acceso a Europa huyendo de Siria, tras seis años de guerra. El objetivo de ese acuerdo, que entró en vigor el 20 de marzo de 2016, era detener la llegada de solicitantes de asilo a Europa mediante la devolución a Turquía de todos aquellos inmigrantes irregulares nuevos que llegaran a Grecia.

La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), que protestó ayer ante la sede de la Comisión Europea en Madrid, denuncia las más de 4.800 muertes de refugiados que se han producido en el mar Mediterráneo desde la firma del acuerdo, "un 25% más" que el año anterior.

Varios activistas realizaron una representación en la que simulaban caer muertos sobre una lona que simbolizaba la bandera de la UE, con el mar como fondo azul y doce personas ahogadas que sustituían a las estrellas amarillas.

"La UE trata de no asumir su responsabilidad, porque para eso ha firmado los tratados y los convenios internacionales, y así trasladar la responsabilidad a terceros estados", indicó a la prensa la coordinadora de los servicios jurídicos de CEAR, Paloma Favieres.

Según interpreta Cáritas Europa, las consecuencias son miles de personas atrapadas en Grecia en condiciones "inhumanas y degradantes", algo "vergonzoso", pues ha provocado "inevitablemente" que los refugiados tomen otras rutas más peligrosas para llegar al continente europeo.

"La UE no puede continuar externalizando la gestión de la migración. Centrarse en la seguridad interna no es la solución; necesitamos un cambio y dejar de criminalizar a los migrantes", explica en una nota el secretario general de la organización, Jorge Nuño, que pide proteger el derecho de todas las personas a vivir "con dignidad", como dictan los valores de la UE.

Oxfam Intermón denuncia que ese acuerdo ha conseguido que la búsqueda de refugio por parte de los más vulnerables se convierta en una "misión imposible" y pide que ese acuerdo no se extienda a otros países fronterizos de la Unión "bajo ninguna circunstancia".

las claves

Un año. El acuerdo entre la Unión Europea y Turquía cumple un año entre las críticas de las organizaciones no gubernamentales.

Criminalizar. Las ONG denuncian que poner el acento de la política migratoria en la seguridad interna supone "criminalizar" a este colectivo.

El comisario europeo: "No hay alternativa"

"El comisario europeo de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, el chipriota Christos Stylianides, sostuvo ayer que "no hay solución alternativa" al acuerdo entre la UE y Turquía sobre refugiados, que cumple ahora un año.

"Tenemos que ser pragmáticos, realistas, no hay solución alternativa para enfrentar esta situación sin precedentes de crisis humanitaria. Es la única manera de afrontar esta situación", afirmó Stylianides en Madrid, donde intervino en un encuentro sobre la importancia de la educación en las situaciones de conflicto. En el Forum Europa, el comisario europeo reconoció que "es difícil, a veces, hacer afirmaciones tan pragmáticas, pero es la realidad. Necesitamos este acuerdo".

"Este es el titular: les necesitamos a ellos y ellos nos necesitan a nosotros. Esa es la realidad", recalcó. Aunque admitió que el acuerdo con Turquía incluye "aspectos polémicos" y que es objeto de "críticas", reiteró que la UE necesita este acuerdo "para ofrecer ayuda humanitaria dentro de Turquía y aliviar el sufrimiento de la gente".

Stylianides se mostró convencido de que "el dinero europeo va a satisfacer las necesidades de los refugiados" en Turquía. En este sentido, recordó que, durante los dos años y medio que lleva como comisario, la UE ha ofrecido ayuda humanitaria a países al margen de sus situaciones políticas, como Sudán del Sur.