Los jóvenes españoles toman drogas y alcohol al salir de fiesta con el objetivo de llegar al "puntillo" o "descontrol controlado", para lo que usan la estrategia del "desfase faseado", consistente en dosificar la ingesta de psicoactivos o mezclar varias sustancias para regular los "subidones y bajones".

Así lo pone de manifiesto la investigación "Sudar material. Cuerpos, afectos, juventud y drogas", elaborado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), realizada a través de la observación en lugares y tiempo de ocio y grupos de discusión a jóvenes de 14 a 27 años.

En el estudio, presentado ayer en el seminario "Exceso y ocio juvenil. La extraña pareja", los participantes dan su visión sobre lo que significa el abuso del consumo de alcohol y drogas, que dista mucho de la opinión que tienen los adultos.

Mientras los mayores asocian el exceso de consumo de estas sustancias a un alto número de ingestas en poco tiempo, los jóvenes creen que se produce cuando la persona pierde el control mental y corporal de sus acciones.

Sobreexposción social o afectiva, pérdida de noción del tiempo o la realidad, estados de enajenación mental o "malos viajes", conductas agresivas o poco cívicas, estados de inconsciencia, vómitos, desmayos y malestar físico son algunas consecuencias de esa pérdida de control que los jóvenes perciben negativamente.

Y es que su ambición es quedarse en el "puntillo" o "descontrol controlado", ese estado en el que maximizan los beneficios de los efectos de las drogas y el alcohol, como desinhibición, euforia o sociabilidad, pero sin pasarse, porque lo contrario te convierte en un "pesado", "desfasado", "paposo" o "violento".

Para no pasar esa línea, utilizan la estrategia del "desfase faseado", dosificando la ingesta de psicoactivos a lo largo de la salida o combinando diversas sustancias para nivelar los efectos cruzados que producen cada una de ellas, con lo que regulan el "subidón" y el "bajón". Bajo su mirada, es un consumo ocasional y recreativo realizado los fines de semana que creen controlar, y lo consideran muy distinto al que hacen las personas que los toman diariamente o los adictos.

Suelen iniciarlo en viviendas particulares o bares, desde donde saltan a las discotecas, en las que ponen en práctica ese "desfase faseado"; llega entonces el "mañaneo", cuando vuelven a casas de amigos y atenúan la ingesta.

las claves

Descontrol "controlado". El estudio señala que los jóvenes tienen como objetivo quedarse con "el puntillo", ese estado en el que "maximizan" los beneficios de los efectos de las drogas y el alcohol.

Empiezan en casa. Suelen empezar el consumo en viviendas particulares o bares, desde donde salen hacia las discotecas, en las que ponen en práctica ese "desfase faseado".