Pese a reconocer en sus informes que España es un país "muy vulnerable a los impactos del cambio climático y que estos se agravarán", el proyecto de Presupuestos Generales 2017 presentado esta semana señala que el pasado año no se ejecutaron los 17,1 millones previstos para adaptación.

Así lo pone de manifiesto el proyecto de cuentas que el Ejecutivo presentó la semana anterior, en el que cifra con un "cero" la ejecución de los 17,1 millones de euros que había previstos el pasado año para el programa PIMA Adapta (Plan de Actuaciones prioritarias en agua, costas y biodiversidad).

España pertenece al grupo de países que han decidido, siguiendo las recomendaciones de los científicos, que las políticas de adaptación al cambio climático estén al mismo nivel que las de mitigación (reducción de gases contaminantes) ya que aunque las emisiones a la atmósfera cesasen hoy, la acumulación de las que ya hay persistirá varios siglos con sus correspondientes impactos.

Entre las consecuencias que los informes del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) predicen para España están un avance de la desertización (que podría abarcar el 80 % de la península en la segunda mitad de siglo), descenso del agua dulce disponible, o incremento de la intensidad de temporales y lluvias torrenciales.

Con el fin de prepararse, el Gobierno incluyó por primera vez una partida para la adaptación al calentamiento en 2015 denominada PIMA Adapta: 12,1 millones de euros para 46 actuaciones como la restauración de dunas, marismas y humedales, estabilización de las partes bajas de los estuarios o la reducción de la erosión. Estas medidas de protección frente a impactos se llevaron a cabo "donde los informes nos dicen que hay que actuar", dijo en su momento la ministra Isabel García , y su presupuesto fue ejecutado en su totalidad.