El papa Francisco calificó anoche de "vergüenza" las "imágenes de devastación, destrucción y naufragio que se han convertido en ordinarias" en el mundo, después de presidir el rito del Via Crucis ante el Coliseo romano.

"Cristo, nuestro único salvador, regresamos a ti también este año con la mirada baja de vergüenza y el corazón lleno de esperanza. Vergüenza por todas las imágenes de devastación, de destrucción y de naufragios convertidas en ordinarias en nuestra vida", dijo.

Francisco, con tono serio, denunció asimismo "la sangre inocente que cotidianamente es derramada de mujeres, niños, inmigrantes y personas perseguidas por su color de piel, su pertenencia étnica o social y por su fe" en Cristo.