Visibilizar el acoso escolar y sus consecuencias puede ayudar a que cada vez más personas se animen a informar y denunciar, tanto las propias víctimas como el centro escolar. Juan Capafons, catedrático del Departamento de Psicología Clínica, Psicobiología y Metodología de la Universidad de La Laguna, asegura que "la transparencia del fenómeno va a ayudar a que no sea algo avergonzante".

Capafons fue ayer el ponente principal de la conferencia "Claves para potenciar la salud emocional en las aulas: herramientas para el profesorado para incrementar el bienestar en los centros educativos", organizada por el colegio Nuestra Señora del Buen Consejo, en el municipio tinerfeño de La Laguna.

Durante la charla, dirigida especialmente a profesores, Capafons trató de informarles de varios conceptos básicos sobre las nuevas tecnologías, el acoso y las adicciones que, aseguró, no tratan de ser una herramienta, sino más bien una reflexión para que los docentes empiecen a "demandar más información al respecto".

Las nuevas tecnologías han traído consigo aspectos positivos -como la inmediatez del contacto, la interconexión, el conocimiento inmediato-, pero también claramente negativos. "Estar esclavizado bien por las redes o bien del uso del móvil, el ciberacoso y, un tema que no se está teniendo tan en cuenta, como es el crecimiento del uso de juegos de azar en chicos de 12 y 14 años", que conduce a la ludopatía, explica.

El psicólogo habló también de una reciente serie de televisión, llamada "Por trece razones" producida por Netflix. En ella se trata el acoso escolar por primera vez, desde la perspectiva del acosado, la familia y los acosadores.

Una serie que cuenta la historia de Hannah Baker, una adolescente que, antes de suicidarse, graba trece cintas de audio que explican las razones por las cuáles ella ha decidido acabar con su vida. En el transcurso de los capítulos se ponen de manifiesto conductas como el ciberacoso, el chantaje y la violencia en los institutos.

La serie ha tenido tanta repercusión que, en algunos colegios de Canadá, han decido prohibir a sus alumnos hablar de ella ante la alerta de muchos psicólogos en la que aseguran que puede "glamurizar las conductas suicidas".

No obstante, Capafons insiste en que "Por trece razones" es "muy recomendable para psicólogos, ya que así pueden completar su formación al respecto de forma lúdica". En cuanto a las restricciones protagonizadas en algunos colegios, el psicólogo considera que no se debe ir "en contra de la libertad de expresión", aunque asegura que no le "extraña" que se haya tomado la decisión, pues muchas veces, se intenta dar una idea y se "coge el rábano por las hojas" y los adultos deben conformar un "filtro" para algunos contenidos.