La Audiencia Provincial impuso una pena de 2 años de cárcel a Dailos B.N.L., por homicidio en grado de tentativa al apuñalar en dos ocasiones a un vecino, que había agredido a dos familiares suyos. Los hechos se produjeron en los alrededores de la avenida Islas Canarias de Santa Cruz de Tenerife en septiembre de 2015. La víctima presuntamente golpeó y amenazó al tío del condenado, con frases como: "De la cárcel se sale, pero del cementerio no".

En un momento dado intervino el acusado, por lo que la víctima del apuñalamiento fue a su casa y volvió con un bate de béisbol metálico, con el que golpeó en varias partes del cuerpo al hermano del condenado. Tras huir este, Dailos B.N.L. regresó al lugar armado con un cuchillo y se lo clavó en el brazo derecho y en el costado izquierdo. Al comprobar que estaba sangrando, el procesado llamó a la ambulancia y lo socorrió tapándole la herida. Cuando llegó la Policía al lugar, el autor de las puñaladas reconoció los hechos y, aunque manifestó que no sabía dónde estaba el arma blanca, finalmente los agentes la hallaron en el bolsillo derecho de su pantalón. El afectado sufrió una herida torácica y en un antebrazo, entre otras, además de erosiones superficiales. Las lesiones afectaron a órganos vitales y se estima que, sin una actuación médica urgente, podría haberse visto comprometida la vida del agredido. Las heridas tardaron 30 días en curarse de los que cuatro transcurrieron en el hospital y a lo largo de 20 no pudo desempeñar sus actividades habituales. Un familiar del condenado sufrió contusiones, hematomas, escoriación y contusión en el codo izquierdo, que tardaron 10 días en curar. En el caso del otro pariente, tuvo escoriaciones múltiples y herida contusa en el labio que precisaron una primera asistencia y cuatro días de curación. Inicialmente, el fiscal pedía cinco años de prisión y siete de prohibición de acercarse al agredido, pese a ser vecinos, aunque al final en este último caso se redujo a cuatro. Dailos debe pagar una responsabilidad civil de 2.500 euros y otros 600 por las secuelas ocasionadas. El apuñalado debe abonar con 655 euros por las lesiones causadas. Ambos son insolventes, ya que cobran pensiones no contributivas. La Fiscalía está de acuerdo en suspender la pena de dos años de prisión, siempre y cuando no cometa ningún delito.