El presidente de Enagás, Antonio Llardén, afirmó esta semana que "el proceso de descarbonización en el mundo es imparable", a pesar de la decisión del presidente de EEUU, Donald Trump, de sacar a su país del Acuerdo de París contra el cambio climático.

Llardén, durante su intervención en la jornada "Hacia un nuevo modelo energético", explicó que pese al abandono estadounidense, para determinados países, como China o India, la calidad del aire en las ciudades se ha convertido "en un problema político".

Por eso, dijo que el proceso de transición a una economía descarbonizada "durará unas décadas, pero es imposible ir contracorriente".

En ese proceso ha dicho que el gas, que es tres veces menos contaminante en CO2 que el carbón y prácticamente nulo en otro tipo de emisiones, jugará un papel importante, especialmente con la utilización del gas natural licuado (GNL) en el transporte, sobre todo para el desplazamiento de grandes buques.

Además, señaló que grandes empresarios estadounidenses ya han dicho que seguirán adelante con sus planes sobre renovables con independencia del Gobierno de Trump.