Cinco senadores republicanos anunciaron ayer su rechazo al proyecto de ley de salud impulsado por su partido en el Senado de Estados Unidos, lo que complica las posibilidades de que salga adelante.

Esta situación preocupa al presidente estadounidense, Donald Trump, que se ha implicado en el esfuerzo para aprobarlo.

El senador republicano Dean Heller se sumó este viernes a la lista de otros cuatro legisladores conservadores que habían anunciado el jueves su rechazo al proyecto, apenas horas después de que los líderes del partido en el Senado presentaran el plan con el objetivo de aprobarlo en una semana.

"Tal y como está, no voy a apoyarlo", dijo Heller, que representa a Nevada, en una conferencia de prensa.

Los republicanos necesitan 50 votos para aprobarla, por lo que solo pueden permitirse perder 2

El senador justificó su decisión por los profundos recortes que el intento republicano de reemplazar la reforma sanitaria de 2010 hace al programa de salud para pobres subvencionado por el Gobierno federal, Medicaid, que cubre a casi uno de cada cinco estadounidenses, es decir, a 74 millones de personas.

Heller, de orientación moderada, se sumó a cuatro senadores republicanos ultraconservadores que expresaron este jueves su oposición al plan: Ted Cruz, Ron Johnson, Mike Lee y Rand Paul.

Los republicanos necesitan 50 votos para aprobar su proyecto de ley en el Senado, y ocupan 52 escaños en esa cámara, por lo que solo pueden permitirse perder dos de ellos, dado que no se espera que ningún demócrata respalde esa propuesta legislativa.

Según el diario The Washington Post, Trump telefoneó el jueves a Cruz para hablar con él sobre posibles cambios que pueden hacerse al proyecto de ley y convencerle para que lo respalde.