Hoy en día resulta extraño imaginarse un hogar en el que no haya conexión a . Hasta tal punto ha cambiado la vida de todos la Red que, a día de hoy, se emplea para cosas tan comunes como realizar la compra de la semana o reservar billetes de cara a las vacaciones. Cuando una persona se plantea poner en su hogar una de las cosas que más valora es la velocidad que se le ofrece, a sabiendas de que de ésta dependerá lo fluida que sea su navegación. Lo que ocurre es que muchas operadoras anuncian una rapidez que no es real, cuando se lee la letra pequeña del contrato, lo que se puede ver es que ese es el máximo al que aspira y eso se traduce en que, por norma general, no se navegará a esa conexión sino a una inferior.

Para estar seguros de que se tiene lo que se ha contratado hay algo muy sencillo que se puede hacer y esto es medir velocidad. En se encuentran este tipo de herramientas, de acceso gratuito, como es el caso de la que ofrece Vodafone. Lo único que hacer que hacer es acceder a su página web, ir a su medidor de velocidad y dejar que se inicie el test. En unos segundos se mostrarán los resultados de la conexión que se posea. Cuando se está midiendo la rapidez hay dos valores que hay que tener en cuenta. Uno de ellos es el de la velocidad de bajada (o lo que es lo mismo, el download speed) Esto es lo que se va a requerir cuando se quiere descargar algo al dispositivo que se está empleando. El otro es la velocidad de subida (o upload speed), que es la prontitud con la que se va a contar con el procedimiento a la inversa, es decir, cuando se quiera subir algo a la Red. Ambos valores suelen venir representados en Mbps (megabits por segundo) o en Kbps (kilobits por segundo) Lo interesante es hacer dicho test y ver si se corresponde con lo que se tiene contratado. Algunas compañías, de hecho, reflejan en sus contratos que hay un mínimo de ligereza que garantizan y, de no ser así, se puede reclamar.

En cualquier caso hay que tener en cuenta también que la rapidez que se posea puede variar mucho de un momento a otro ya que ésta se puede ver afectada por diferentes motivos. Por ejemplo, se puede experimentar una ligereza menor por el mero hecho de que la página a la que se trata de acceder en ese momento está parcialmente saturada al haber recibido un mayor número de visitas que el que puede soportar.

Como las herramientas para medir la celeridad son muy sencillas y apenas requieren de unos segundos se aconseja a los usuarios que las empleen y que, en caso de no estar conformes con el servicio que se tiene, echen un vistazo a las otras tantas posibilidades que existen hoy en día para hacerse con el que más le pueda convenir en su caso concreto.