Unos 3.500 inmigrantes han llegado este año a España, por tierra o por mar, cruzando las fronteras de Ceuta y Melilla. Otros muchos han fracasado en su intento de alcanzar Europa, frenados por las fuerzas de seguridad que, un verano más, afrontan estas oleadas sin medios materiales y humanos suficientes.

Al menos así lo denunciaron asociaciones de guardias civiles, sindicatos policiales y agentes destinados en ambos puestos fronterizos, actualmente uno de los peores destinos, junto con el de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), para los funcionarios policiales, en palabras de alguno de ellos.

Falta de protocolo, inseguridad jurídica, riesgo para su integridad física, medios materiales escasos, número insuficiente de agentes y unas infraestructuras obsoletas para la protección de las vallas son las quejas unánimes que sindicatos y asociaciones expresaron a Efe tras los últimos sucesos acaecidos en la frontera de Ceuta.

Solo el lunes sortearon con éxito la valla de esta ciudad autónoma 187 subsaharianos. Un día después, mil lo intentaron sin conseguirlo y en la madrugada del miércoles unos quinientos.

El salto del lunes causó heridas en una pierna a un agente de la Policía Nacional, un incidente que ha levantado la polémica sobre el uso de la violencia tanto por parte de las fuerzas de seguridad como de los inmigrantes.

Nada más que cinco agentes estaban en ese momento y, además, destinados a labores de documentación y que utilizaron lo que tenían más a mano para repeler un asalto que tampoco hubieran podido frenar miembros de unidades más especializadas, según las fuentes consultadas.

"No hay gente suficiente. La Policía en Ceuta y Melilla está en cuadros total y, además, Marruecos no hace sus deberes", subrayó a Efe el portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP), Ramón Cosío.

Desde la Unión Federal de Policía (UFP), su delegado en Ceuta, Iván Guerrero, añadió a las deficiencias ya expresadas, una frontera "obsoleta", que no se ha reformado desde hace 30 años, y una puerta de cierre manual "inconcebible" en esta época. Guerrero cifró en 150 funcionarios la pérdida de policías en toda la ciudad de Ceuta en los últimos años.

Guillermo Prada, representante de la Asociación pro Guardia Civil (Aprogc) consideró que además de abogar por un pacto de Estado, "Marruecos debe cumplir el acuerdo de readmisión que asumió hace 25 años".