La vida se sucede sin que uno lo pueda evitar y, a veces, hay que tomar decisiones y cambiar el espacio de confort por algo completamente distinto. Da igual si se es estudiante y la alternativa pasa por ampliar las fronteras y crecer en otra parte; si hay una oferta laboral sobre la mesa en un lugar distinto que, difícilmente, se puede rechazar o si la pareja ha de trasladarse y toda la familia tiene que plantearse ese cambio. Al final, hay que dar el salto y esto puede suponer muchos miedos iniciales pero la experiencia puede ser de lo más grata, dependiendo de cómo cada cual se lo quiera plantear. En el caso de aquellos que todavía estén con sus clases, en realidad, tienen muchas ventajas porque pueden encontrar habitaciones de alquiler para estudiantes a un precio más que asequible y esto mismo ya facilita mucho las cosas del traslado. Vamos a ver si el realizar el cambio es bueno o no con una serie de ventajas y de inconvenientes a tener en cuenta.

  1. Es una manera de volver a empezar. Esto, para depende de qué persona, será una ventaja o una desventaja pero lo que es seguro es que ofrece un mundo de posibilidades. Todo lo anterior se queda atrás. El problema es que ese todo incluye familia y amigos, pero tampoco tiene porqué ser tan trascendental. Ahora, en pocas horas, se puede estar casi en cualquier rincón del planeta con un avión.

  2. Es una forma de conocerse mejor a uno mismo. De saber lo que, de verdad, gusta y lo que no. De ver a qué cosas hay que darles importancia y cuales, por el contrario, no son tan decisivas en la vida de uno. A veces esto sólo se puede observar cuando se tiene una perspectiva distinta a la habitual.

  3. Es una forma de ampliar conocimientos. Y nos referimos a todo. Se conoce otra cultura, otra gente, a veces otro idioma. Todo esto supone un enriquecimiento de por sí y, aunque se vuelva, es algo que se llevará en la mochila de por vida.

  4. Supone el estar más solo. Lo mismo que en el primer punto, dependiendo de para quién esto hasta puede ser una ventaja pero, por norma general, supone el tener que enfrentarse a los retos uno mismo y el verse en situaciones desconocidas que hagan que se tenga ganas de tirar la toalla. Hay personas que no están preparadas para vivir una experiencia así y necesitan más tiempo.

  5. Barrera idiomática. Si esto ocurre puede complicar mucho las cosas al principio y que hasta el mero hecho de conseguir alojamiento se torne complicado. Internet aquí resulta ser un gran aliado para poder realizar las búsquedas.

  6. Todo puede resultar extraño. Los comienzos pueden ser muy difíciles porque no se conoce ni el terreno en el que uno se va a mover. Cada persona reacciona de una manera distinta pero algo que suele ayudar es relacionarse con gente que esté pasando, o haya pasado, por la misma situación. Por ejemplo, con otros estudiantes, con personas que se hayan mudado desde el extranjero... Nadie mejor que ellos para entender el camino que se está recorriendo y para aportar consejos.

Al final, la decisión la tiene que tomar uno mismo haciendo su pequeña lista de pros y contras.