Juana Rivas -la madre granadina en paradero desconocido desde hace veinte días, cuando incumplió la orden de entregar a sus hijos al padre- ha remitido una carta a las plataformas que se concentraron ayer en su apoyo en la que dice que está huida, pero que no está haciendo "nada fuera de la ley".

La misiva la leyeron ayer representantes de las plataformas que convocaron la concentración celebrada en Granada, ante la sede judicial de Caleta, en la que participaron un centenar de personas. Las concentraciones se han repetido en numerosas ciudades de todo el país, incluida Santa Cruz de Tenerife, gracias al llamamiento del Foro contra la Violencia de Género.

En la misma se han producido incidentes por la presencia de una decena de personas que portaban carteles con el lema "Amor de padre".

La carta que atribuyeron a Juana Rivas, y que no quisieron detallar cómo se ha recibido, incide en agradecer el apoyo que esta madre dice estar recibiendo ante una "pesadilla" a la que se enfrenta junto a sus hijos desde hace trece años y considera que los fallos judiciales han provocado su actual situación.

"No tendríamos que estar así, ni nosotros escondidos ni vosotros manifestándoos", leyeron en palabras de Rivas, mujer contra la que el Juzgado de Instrucción 2 de Granada, encargado de la vía penal, dictó el pasado martes una orden de detención y puesta a disposición judicial.

La carta dice, además, que los fallos judiciales han hecho que el convenio de La Haya esté "amenazando" a los dos hijos, de 11 y 3 años, en lugar de protegerlos, y pide a la justicia que socorra a unos niños "en peligro" y que el proceso judicial se "encamine" hacia la cordura y la coherencia.

"Mis hijos están en peligro. No es un desafío mi actitud, es la única forma que he encontrado a mi alcance como madre para proteger las joyas más preciadas de mi vida", concluye la carta leída en la concentración de Granada y firmada por Juana Rivas.

Francisca Granados, la asesora jurídica del Centro de la Mujer de Maracena (Granada) que ha atendido a esta madre desde que se trasladó a España en 2016, consideró un éxito las manifestaciones repetidas ayer por diferentes ciudades del país y dijo que todo responde a tres graves errores judiciales.

Recordó que la denuncia por maltrato que interpuso esta madre el 12 de julio del año pasado no ha llegado a Italia, país de procedencia del padre y donde residía la familia, y sigue "en un cajón" (el juzgado de Granada que lleva el caso aseguró haberla enviado ayer una traducción de la misma); que la valoración de los menores se hizo por una psicóloga sin colegiar y no habilitada, y que no se tuvieron en cuenta los informes trasladados a la Fiscalía que sí apreciaron riesgo en los niños si vuelven con el padre, Francesco Arcuri.

"Seguimos confiando en el sistema judicial español y esperamos que se reconduzca a la cordura todo esto", apuntó Granados, que confió en que el Tribunal Constitucional responderá a su petición de amparo "con urgencia".

En la concentración celebrada en Granada se vivieron varios episodios de tensión por enfrentamientos verbales entre los convocantes y una decena de personas que portaban carteles con el lema "Amor de padre", lo que motivó la intervención policial.

También la Policía Nacional desplazó a los concentrados que, inicialmente, se habían colocado en una de las entradas de la sede judicial de Caleta y que terminaron sus muestras de apoyo a Juana Rivas en la plaza situada frente al juzgado.